Cristiano, vestido con camiseta blanda y gorra con la visera para atrás, hizo la delicias de los niños, con los que departió un buen rato, y de los numerosos aficionados, a los que firmó pacientemente autógrafos.
El futbolista luso, que compareció muy moreno y sonriente, se dejó hacer numerosas fotos, para las que posó con un balón, aunque no llegó a hacer alarde de sus cualidades técnicas.
Cristiano estuvo acompañado por el georgiano Kaja Kaladze, que militó durante nueve temporadas en el Milán y colgó recientemente las botas con un partido de despedida, y que ahora es viceprimer ministro y titular de la cartera de Energía del Gobierno local.
El portugués, quien ha participado en los últimos días en varios actos promocionales en Francia y Singapur, aseguró el viernes que su futuro pasa por conseguir títulos con su actual club, el Real Madrid.
La estrella madridista también asiste esta tarde en Tiflis a un partido amistoso entre el Dinamo de Tiflis, un histórico venido a menos, y el Dinamo Moscú.
El partido conmemora el 90 aniversario del Dinamo Moscú, equipo en el que militó Lev Yashin, "La Araña Negra", considerado el mejor portero de todos los tiempos.
El encuentro se disputará en el estadio del Dinamo Tiflis, que tiene capacidad para 55.000 espectadores y donde la selección de España logró en septiembre de 2012 una victoria por la mínima (0-1) con gol de Soldado en la fase de clasificación mundialista.
Los dos Dinamos no se enfrentaban desde la liga soviética de 1989, ya que tras ese torneo la entonces república de Georgia, que no logró la independencia hasta la caída de la URSS en 1991, decidió organizar su propio campeonato.
El partido tiene además una gran carga política, ya que futbolistas rusos y georgianos no se enfrentan desde la guerra por el control de la región separatista georgiana Osetia del Sur de agosto de 2008.
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