Cuando Cristiano quedó eliminado del Mundial el pasado 26 de junio ante Ghana, en Brasilia, se grabó a fuego un objetivo en su ambiciosa cabeza: recuperarse en sus vacaciones de la tendinitis rotuliana que sufría en su rodilla izquierda y que le mermó en el tramo final de la pasada temporada, y disputar la Supercopa de Europa en Cardiff.
Aunque algunas voces médicas le recomendaban prudencia para no forzar su presencia ante el Sevilla, el delantero será titular el próximo martes. Así lo han decidido Ancelotti y él tras hablar esta semana. No quiere perderse ningún título del Sextete y menos esta Supercopa de Europa que es el único trofeo de los seis que le falta en su brillantísimo palmarés.
Tras acabar la temporada con el Madrid y el Mundial ofreciendo una versión lejos de la del Cristiano que ganó el Balón de Oro debido a esas persistentes molestias en la rodilla, el crack se marchó 30 días de vacaciones. Aprovechó ese tiempo de descanso para recuperarse junto a su fisioterapeuta de confianza, Antonio Gaspar, y entrenarse suavemente para no perder la forma. Se incorporó a las órdenes de Ancelotti en Estados Unidos el 26 de julio e inició un plan individualizado cuyo único objetivo era llegar a tope a la Supercopa de Europa. La intención de Ancelotti era que no jugase ningún partido en tierras norteamericanas, pero finalmente disputó 17 minutos ante el United. Quería probar su rodilla. Reencontrarse con las buenas sensaciones. Y lo hizo. Las molestias formaban parte del pasado. El técnico aseguró tras el encuentro: “Cristiano tiene muchas ganas de estar en la Supercopa, por eso le he dado minutos. No hay razones para preocuparse por su estado, lo vamos a preparar bien”.
Ya en Madrid comenzó a aumentar su carga de trabajo y en las últimas sesiones se le ha visto como un toro. El viernes, en el último entrenamiento en el que la Prensa pudo asistir quince minutos, hizo una demostración de poderío físico. Si sus compañeros hacían flexiones, él las ejecutaba a mayor velocidad y daba una palmada entre una y otra. Si Mauri les ordenaba que corrieran 30 metros en sprint, él hacía más. Al acabar, lanzaba una sonrisa que evidencia que el Cristiano poderoso, el que hizo 51 goles la pasada temporada, ha regresado en el momento preciso para afrontar el Sextete.