La noticia se anunció vía redes sociales en un sábado atípico para la política argentina. El aliado partidario de la ex presidente, Alberto Fernández, será el candidato presidencial del espacio kirchnerista.
Este sábado la actualidad argentina amaneció con una noticia tan trascendente como inesperada. La ex presidente Cristina Fernández de Kirchner anunció la formula de candidatura presidencial de su espacio político para las próximas elecciones nacionales a efectuarse en octubre del corriente año y para sorpresa de todos no la incluye como candidata al cargo máximo, si no a vicepresidente, secundando a su aliado político Alberto Fernández.
La decisión se da a conocer a poco más de un mes de la fecha límite para presentación de listas de candidatos y a días del inicio del juicio que sentará a la ex presidente en el banquillo de los acusados por malversación de fondos en contratos de obra pública durante su mandato.
Esta noticia se da en un momento en el que la polarización entre Cristina Fernández y el actual presidente Mauricio Macri domina el camino a las elecciones presidenciales de octubre próximo, en un contexto de profunda crisis económica, recesión, inflación y devaluación del peso. El fracaso de la gestión macrista acrecentó la popularidad de la figura de la ex presidente, pese a ser rechazada por una gran parte del electorado. La falta de alternativas políticas y de candidatos fuertes allana el camino para una pelea directa entre el macrismo y el kircherismo, elocuente reflejo de la llamada “grieta”, un difuso enfrentamiento ideológica que divide al país.
Alberto Fernández, el flamante precandidato a presidente por el kirchnerismo, es un antiguo asesor de la pareja presidencial kirchnerista de sus primeros años en el poder, entre 2003 y 2008, en tiempos en los que llegó incluso a ser jefe de gabinete de ministros, el segundo cargo en importancia en la administración del poder ejecutivo nacional. Diferencias políticas y morales ante las denuncias de corrupción lo alejaron del espacio kirchnerista y lo llevaron a las filas del equipo de Sergio Massa, opositor peronista al macrismo y al kirchnerismo. El fracaso del modelo liderado por el presidente Mauricio Macri y la persistencia de Cristina Fernández entre las alternativas políticas más competitivas lo hicieron regresar al kirchnerismo, dejando atrás sus fuertes críticas a la gestión de la ex presidente.
La controvertida decisión de la fórmula para las elecciones presidenciales trastoca drásticamente el escenario electoral, en un intento por captar seguramente mayores adhesiones dentro de los sectores peronistas, ampliando así la base del frente político para marcar una diferencia en el presumiblemente parejo enfrentamiento con el presidente Macri en los comicios.