Cristóbal Colón

Por aquellos años de iniciado, Colón marcha  hasta varios puntos como Inglaterra, Madeira, Guinea e Islandia. En este último punto escucha rumores acerca de una tierra extensa y lejana en el oeste, deshabitada por los hombres blancos y donde se habían realizado algunos intentos de colonización como los de Erick, el Rojo.

Colón sigue  investigando no sólo acerca de viajes marinos, sino que también se empapa  de astronomía y así comparte la teoría de que la tierra es  esférica y gira  alrededor del sol. Así y  debido a los problemas que los turcos causaban en oriente, establece la idea de crear una nueva ruta hacia las Indias yendo por el oeste.

Presenta su plan al rey Juan II de Portugal, pero éste se halla  demasiado ocupado apoyando a sus propios navegantes  sin tiempo para los planes de Colón. La reina Isabel, entonces, contacta con el genovés y le promete  ocuparse de su proyecto ni bien acabase de reconquistar Granada. Este hecho se llevó a cabo en el año 1492 año en el que  Isabel cumple su palabra  prestándole  atención a todo lo  planteado por Colón.

Algunas leyendas en torno a esta relación aseguran que la reina estaba enamorada de Cristobal, pero  más allá del romanticismo en esta historia, resultaba coherente el hecho de que la reina apruebe la empresa, teniendo en cuenta que las arcas reales de España estaban en quiebra y cualquier proyecto que beneficiara a la corona valía la pena. Así entonces, a Colón se le dio la Pinta, la Niña y la Santa María, partiendo  del puerto de Palos el 3 de agosto de 1492, rumbo a hacer historia.

Los viajes de Colón y la llegada a América

Los viajeros se instalaron como primera escala en las Islas Canarias hasta el 6 de septiembre donde se arregló la Pinta y preparó a la flota de tres embarcaciones que contenía un total de 84 tripulantes. Después de aquel 6 de septiembre no se supo más de los viajeros por lo que  quedaron a su suerte. Los días pasaban y nadie avistaba tierra. Sólo se veía mar por todas las direcciones posibles. La tripulación empezaba a impacientarse, ya que se iba a poco más de un mes de navegación, algo muy extenso para la época y para cualquier persona que avanza hacia lo incierto. Incluso,  hubo algunos levantamientos que sugerían dar la media vuelta antes de que se acaben las provisiones.

Ell almirante parecía siempre  estar calmado. Entrado octubre es decir,  Cristobal Colón miraba con cuidado cómo algunos insectos merodeaban alrededor de las lámparas y cómo algunas aves levantaban vuelo perdiéndose en el horizonte. Era obvio: algún tipo de extensión de tierra debía andar cerca. Fue el 12 de octubre el día en que la historia empezaba a cobrar un nuevo rumbo, cuando Rodrigo de Triana exclamó entusiasmado: “¡tierra a la vista!”.

Colón llegó a una isla donde con el estandarte de Fernando en una mano, y el de Isabel en la otra  tomó posesión de la misma en nombre de ambos y la corona, en el idioma de los nativos se llamaba Guananí pero que los europeos bautizaron como San Salvador, en honor al salvador Jesucristo. Para el 28 de octubre pisa también la actual Cuba y el 6 de diciembre la Española (Haití y República Dominicana). El 25 de diciembre encalla la Santa María, la cual es abandonada pero con sus restos se construye el Fuerte de la Navidad, el primer asentamiento de su expedición en América.

Allí y en las otras islas Colón y sus hombres solo hallaron  nativos amistosos. Después de explorar la zona y recolectar recursos  el 16 de enero, la expedición parte de la Española, y después de un viaje con temerarias tormentas la tripulación de la Niña y la Pinta llegan sanos y salvos a Lisboa el 4 de marzo partiendo de allí el 11 de aquel mes y llega finalmente el 15 abril de 1493 a Palos. La travesía había durado casi siete meses. Durante casi todo el mes de abril de 1493 Colón fue atendido con honores por los Reyes Católicos en Barcelona, a los que expuso las tierras exploradas que él mismo calificó como la India, pero de territorios no explorados.

Entre el 2 a 4 de mayo el Papa Alejandro VI promulga la bula Inter Caetera por la cual se concede a España la soberanía de los territorios a los que Colón había llegado.

El segundo viaje de Colón estuvo cargado de optimismo y no fue muy difícil volver a convencer a los reyes acerca de una nueva empresa. Esta vez el objetivo, además de explorar era la de colonizar dichos territorios. El 25 de septiembre Colón parte de Cádiz con 17 embarcaciones, 1500 hombres (incluido Ponce de León el descubridor de la Florida y Alonso de Ojeda), armas, víveres y muchas armas.

El 3 de noviembre desembarcaba en la Dominica, el 18 de noviembre llega al actual Puerto Rico y hace algunas exploraciones más en las islas de las Antillas, también llega a la isla de Guadalupe. El 23 de noviembre llega a la Española y el 28 al fortín de la Navidad del cual sólo encuentra algunos restos ya que todos los europeos habían sido exterminados por los indios.

La siguiente exploración importante acaece entre el 24 de abril y el 29 de septiembre de 1494. Para esta fecha Colón ya había dejado de explorar algunos territorios de Jamaica y estaba de regreso a la Española; donde se encontró con su hermano Bartolomé. Durante el viaje de regreso a esta enorme isla Colón vio entre el 14 al 15 de septiembre de 1494 un eclipse lunar que comparado con otros registros en otras partes del mundo más tarde, se dedujo sin lugar a dudas la esfericidad de la tierra.

En lo restante del año se dedicarían a asentarse y hacer algunas exploraciones en los alrededores hasta que en marzo de 1495 Colón inicia una campaña hacia el interior de la Española para someterla, ya que los nativos habían resultados hostiles, a diferencia de los primeros que les tocó conocer.

Toda la campaña duraría cerca de un año. Al estar casi concluida la misma, un año después para marzo de 1496 Colón parte después de perder muchos de sus hombres y al estarse agotando las municiones, si es que esto no había sucedido ya.

La resistencias de los indios tampoco fue sutil, y sobre todo porque su hermano Bartolomé se había convertido en alguien muy cruel con ellos. En marzo de 1496 para cuando casi toda la isla estaba sometida Colón decide regresar a España llevando algo de oro, especias, etc. Esto lo desacreditó moralmente, además de que en España ya se estaba realizando una investigación, por algunos que retornaron antes, de su labor como gobernador.

El hecho es que Colón partió el 10 de marzo de 1496 y llegó a Cádiz el 11 de junio pasando por Guadalupe y Marigalante. Al llegar la reina Isabel lo reprende por tratar a los indios de un modo salvaje e inhumano y Colón empieza a defenderse de sus detractores, ya se preveía una política en contra de él que acabaría por quitarle toda la gloria. Antes de partir había dejado como adelantado de la isla a su hermano Bartolomé. Con algunos juicios, la promesa de encontrar nuevas tierras le dieron el indulto de los Reyes Católicos para un tercer viaje que no partió sino hasta mayo de 1498 ratificando sus privilegios y títulos así como el de Adelantando a su hermano.

El  tercer viaje dio inicio el 30 de mayo de 1498 partiendo de Sanlúcar de Barrameda con seis barcos, en este viaje iría fray Bartolomé de Las Casas como personalidad importante. Hizo escala en Porto Santo, de allí fue a Madeira para llegar el 31 de julio a la isla Trinidad. Colón pronto encontraría renuencia entre las filas, inclusive de su propio hermano. Del 4 al 12 de agosto explora el golfo de Paria e incluso llegó hasta la desembocadura del río Orinoco, explorando además la isla de Trinidad y Tobago.

Creyó estar en algún lugar de China, volviéndose optimista, aunque esto más fue ante la insistencia de los reyes quienes le solicitaban de inmediato la nueva ruta hacia Asia. El 19 de agosto volvió a la Española donde fundó la ciudad de Santo Domingo. Aquí los enfrentamientos con los encomenderos se hacen insoportables y el descontento cundía ya que no se encontraban las riquezas prometidas.

Por otra parte,  Colón intenta pactar con los nativos. Ante el desorden generalizado los reyes deciden enviar a Francisco de Bobadilla en 1500, y el 23 de agosto llega a la isla deteniendo a Colón y a sus hermanos, se dice que viajaron encadenados como si de criminales se tratase, aunque al parecer esto fue por pedido del propio Colón. El 16 de diciembre es recibido por los Reyes Católicos de buena gana y se le reconoce sus derechos a pesar de todas las acusaciones en su contra por usurpación de riquezas y causante de muertes. A pesar de todo podemos decir que la figura de Colón cayó en franca decadencia.

Vivió bajo la batuta de los reyes durante aquellos años y tras convencer a Isabel, Colón emprendería un cuarto viaje. Partió el 11 de mayo de 1502 otra vez de Cádiz. Esta vez exploró Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Honduras, las islas de Caimás Brac y Pequeño Caimán, el golfo de Urabá desde donde intentó retornar a la Española, pero una tempestad lo hizo arribar a Jamaica lugar donde permaneció hasta 1504. Entre julio y agosto de 1503, atrapados en Jamaica Diego Méndez llega a Santo Domingo a pedir ayuda pero el gobernador Ovando se niega a darla destituyendo a Colón como gobernador de Santo Domingo.

El hecho es que a partir de esa fecha en adelante los hombres de Colón en Jamaica sobrevivieron gracias a la ayuda de los nativos en cuanto a víveres y otros materiales básicos. Sería recién en junio de 1504 cuando Diego Méndez retornaría con embarcaciones  rescatando  a los Colón y los demás; llegan a Yáquimo el 3 de agosto. El 12 de septiembre de aquel año Colón partía hacia España, pues se da cuenta que a estas tierras recién exploradas no dejan de caer seres hambrientos de poder y avaricia que sólo dificultaron su labor. Además se percató de que su iniciativa como gobernador de todos los territorios a los que se llegase, la había perdido hacía mucho tiempo, donde los encomenderos y sus puertos no dejaban ingresar a sus embarcaciones.

De regreso a España aconteció la muerte de Isabel, quedando Fernando viudo, haciendo que el apoyo a Colón se termine definitivamente. Estaba ya por entonces muy enfermo, desde antes de retornar ya que su salud se había deteriorado ciertamente. Aunque para mayo de 1505 se había recuperado parcialmente, y si bien parecía que Colón tenía mucho aún más para dar, todo intento de un futuro viaje de navegación fue inútil. En abril de 1506 el gran explorador les escribe a los nuevos monarcas Felipe y Juana pero no es escuchado, hasta que finalmente muere el 20 de mayo de 1506. Un día antes había redactado su testamento donde agradeció los títulos que la corona le otorgó, reconoce a Diego y Fernando, sus hijos, como herederos, pero claro, aprovechó para recriminar discretamente la poca fe y apoyo que recibió.

Una vez muerto se llevó a cabo el proceso de descarnación, en la cual se le quita la carne de los huesos. Enterrado en Valladolid inicialmente, sus restos serían llevados de un lugar a otro, hasta que se quedaron en Sevilla, luego en 1542 se llevaron a Santo Domingo, hasta que en 1795 debido a la conquista francesa de la isla se trasladaron a la Habana y tras la independencia de Cuba se llevaron a Sevilla otra vez donde reposan sus restos actualmente.

El hecho de haber sido transportado en múltiples ocasiones a distintos lugares hizo que, al parecer, se separaran sus restos. Investigaciones modernas buscan asegurar si, en efecto, los restos que se hallan en Sevilla pertenecen en su totalidad a Colón.