Vince Vaughn y Owen Wilson vuelven a juntarse tras la comedia de 2005 De boda en boda en donde daban vida a dos gamberros que se dedicaban a colarse en las bodas de desconocidos. En esta ocasión son dos buscavidas algo anticuados cuya labia y su forma de ser los hace como buenos vendedores, más o menos. Acaban perdiendo sus trabajos y acaban en un proceso de selección para trabajar de becarios para Google. Son dos dinosaurios que no encajan demasiado con gente más joven y más preparada, así que cuando se forman grupos de trabajo acaban con los marginados con los que nadie quiere estar. Son varias pruebas las que tendrán que pasar para ese puesto tan deseado. La película puede parecer en algunos momentos como un gran anuncio del buscador de Internet; se nos dicen los valores sobre los que se sustenta la compañía, los buenos que son o lo mucho que trabajan, como un lavado de cara porque sólo se centran en los aspectos positivos sin que haya ningún tipo de sombra ni nada negativo. Aunque quizás lo que queda más evidente es lo bien que se trabaja allí, las oficinas parecen un gran parque de atracciones en donde los empleados se sientan lo más cómodos posibles, desde un tobogán dentro del edificio para llegar a la puerta de salida más rápido o que tengan la comida gratis en las cafeterías y restaurantes para empleados, salas de descanso con todas las comodidades y lo que más me ha alucinado, en los descansos cogen sus escobas y se ponen a jugar al Quidditch!!! Y aunque no se diga en la película ha salido hace poco en prensa que el sueldo de estos becarios es de 6000$ al mes lo que no está nada mal. Trabajan con toda la libertad en algo que les gusta y donde se les permite la creatividad, ¿qué más se puede pedir?
He de reconocer que en principio la película no me generaba demasiadas expectativas, pero resulta bastante divertida y es difícil no reírse ante dos analfabetos digitales en una de las empresas tecnológicas más avanzadas y que se hagan bromas sobre twitter, sobre Facebook, sobre las aplicaciones de móviles. Los dos protagonistas hacen una buena pareja humorística, de todos modos se echa de menos a Ben Stiller que ha compartido escenas con ambos en películas como Zoolander (que parece que habrá una secuela) o Cuestión de Pelotas. Los dos protagonistas están arropados por un grupo de jóvenes actores en papeles bastante tópicos (y típicos) adolescentes que van desde el asiático presionado por su familiapara alcanzar la excelencia, el que no tiene seguridad en sí mismo para ligar o el que se ha centrado toda su vida en los estudios y en el trabajo y es incapaz de relacionarse con las personas y vive aislado en una burbuja.
Es una película muy apropiada para un verano tan caluroso como el que tenemos que apetece una comedia ligera porque aunque seguramente no vaya a pasar a la historia del cine, resulta entretenida y ofrece casi dos horas de evasión sin demasiada complicación.