Sigo desaconsejándolo
El Gobierno ha anunciado una prórroga de tres meses (hasta el 31 de marzo de 2014) para que pymes y autónomos que facturen menos de dos millones de euros al año puedan acogerse al sistema de IVA conocido como CRITERIO DE CAJA. Según dicen, la prórroga la han hecho atendiendo la petición de distintas asociaciones de autónomos que se quejaban de la poca información que se había dado sobre el asunto, alegando que apenas el 10% se acogerían al criterio de caja.
Personalmente no tengo claro en qué se basan para hacer estos cálculos, y no digo que estén equivocados, pero la verdad, a mí incluso me parece mucho que un 10% se acoja al criterio de caja teniendo en cuenta los problemas añadidos de gestión y control que eso puede generar. Y eso sin valorar la posibilidad de perder cierto tipo de clientes que puede acabar migrando hacia otros proveedores que no se acojan al criterio de caja, algo que parece lógico puesto que el sistema implica que ambas partes (proveedor y cliente) se impliquen en el invento.
Otra cosa que llama la atención es que siguen publicitando mal el asunto porque los titulares de prensa continúan indicando que el criterio de caja permitirá a pymes y autónomos pagar el IVA cuando se cobren las facturas, lo cual no es exactamente así porque transcurrido un año, el IVA habrá que ingresarlo, se haya cobrado la factura o no se haya cobrado.
Según manifiestan los responsables de Hacienda, el criterio de caja podrá beneficiar a 1,3 millones de autónomos y un millón de pequeñas empresas. Eso puede suponer que Hacienda deje de ingresar en el 2014 cerca de mil millones de euros. Eso sí, que no los cobre en 2014 no quiere decir que renuncie a ellos puesto que estamos hablando de un aplazamiento del ingreso y no de ninguna exención.
Una cosa sí que tengo clara, y es que yo no me voy a acoger al sistema.
Ramón Cerdá