Inmediatamente hablé con ellos. Me contaron que es lo que está de moda ahora. Tiene mucho ritmo y todos los chicos de sus clases lo cantan y bailan. Les pedí más canciones y todas tenían el mismo patrón. Todas hablan de tratar a la mujer como un objeto que hay que usar y que, cuando ya no lo quieres, lo tiras. Como un trasto viejo.
¿Así es como quieres que te traten? pregunté a mi hija de 10 años. A lo que ella medio asustada, respondió que no en absoluto. Mi hijo, de 13, me respondió exactamente lo mismo. Él no puede siquiera imaginar tratar a sí, no a una mujer, sino a cualquier persona. ¿Entonces qué es lo que cantáis? les advertí.Estas canciones hacen apología de la violencia contra las mujeres sin ningún pudor y no hacemos nada para evitarlo. ¿De verdad somos tan idiotas? Poco a poco sus mensajes calan entre los chicos que no tienen todavía muy claro lo que es criterio personal. Se dejan influenciar por su grupo de iguales empapándose de unos mensajes espantosos. Luego nos rasgamos las vestiduras con los casos de violencia de género. Evidentemente, no es definitivo que quien escucha estas canciones sea un asesino, pero sí que empieza a crear estereotipos en los jóvenes. Y mientras, nosotros los padres, como siempre, o casi siempre, ajenos a todo. En la inopia. ¡Que Dios nos pille confesados!Piensen.Sean buenos.Hoy es el cumpleaños de mi mujer. Sí. Coincide con la Navidad. Así que he elegido un pequeño detalle en forma de canción regalo. Es una de nuestras canciones favoritas. All I want is you. Escuchen la primera frase que dice Bono antes de empezar la canción. Con todos ustedes: ¡U2!https://www.youtube.com/watch?v=UCR1nByco2ERevista Opinión
El otro día iba paseando con mi maravillosa mujer —a quien venero— y mis hijos por la calle. De pronto oí a los niños canturrear una canción. Reconozco que al principio no les presté mucha atención. Era una canción que no conocía en absoluto. Desgraciadamente no estaban interpretando ningún temazo de U2 o de los Rolling Stones. Supuse que era la típica canción que suena por la radio dirigida a prepúberes. Estaban los dos cantando y me hizo gracia el dúo —dueto lo llaman ahora los posmodernos trasnochados— que habían creado. Hasta que presté un poco de atención a la letra de la canción... Era terrorífica. Insistía la canción en que había que pegar a una mujer porque iba a por todas.