Crítica: 1984. George Orwell.

1984 George Orwell Ediciones Destino
Si, esta es la portada de mi 1984, libro que compré de segunda mano hace un par de años. Quería leerlo y quería hacerlo con un libro de páginas amarillentas y desgastadas debido al paso del tiempo. Llamadme nostálgica pero deseaba leer este clásico como si fuera uno de esos libros que tienes en la estantería desde hace mucho tiempo (incluso puede que perteneciera a tus padres o a tus abuelos) y nunca te has animado a leer, solo que en este caso, yo no lo tenía en las estanterías (y me costó encontrarlo: dos ferias de libro viejo y antiguo y un par de tiendas de segunda mano).
 Ahora 1984 está de moda. Después de los datos filtrados por Snowden en Estados Unidos, la novela disparó sus ventas en amazon, y es que esta novela es una genial representación de un estado totalitario que controla a sus ciudadanos.

Winston Smith es el protagonista de 1984, trabaja como funcionario del gobierno y un día decide comprar una libreta dónde escribe ABAJO EL GRAN HERMANO, a partir de ahí, se desencadenarán en él, una serie de crimentales en neolengua (crimén + mental, crimén del pensamiento) pues se empieza a cuestionar qué es él para el partido, qué son todos ellos, porqué una vigilancia excesiva por medio de las telepantallas y porqué siempre están en guerra, además comenzará a ver que la esperanza está en los proles. Y el crimental está perseguido por la policía del pensamiento, siendo el mayor crimen que puedes cometer.

La novela, publicada a mediados del siglo XX, es una obra de arte que representa a la perfección un mundo totalitario en el que todo está controlado: una simple mirada puede delatarte. Un mundo que, tal vez, no está muy lejos del mundo en el que vivimos ahora.
Lo mejor de 1984 de George Orwell es que no es una novela al uso sino un tratado sociológico y político del futuro (o de un supuesto futuro ya pasado)
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