Crítica: Bestias del sur salvaje de Benh Zeitlin

BESTIAS DEL SUR SALVAJE

Título original: Beasts of the southern wild Director: Benh Zeitlin Guión: Lucy Alibar, Benh Zeitlin Música: Dan Romer y Benh Zeitlin Fotografía : Ben Richardson Interpretes: Quvenzanhé Wallis, Dwight Henry Distribuidora : Golem Films Fecha de estreno : 25 de enero de 2013
En los premios Oscar de este año se ha colado esta curiosa película rodada en el sur de estados unidos sobre la supervivencia en un mundo hostil que se va derrumbando poco a poco. Son cuatro las categorías en las que es candidata, como mejor película, mejor director, mejor guión y mejor actriz. En un lugar devastado, conocido como la bañera, lleno de pobreza y apartado del resto de la sociedad vive un grupo de personas que no desean abandonar su estilo de vida y se mantienen a pesar de todas las amenazas que ciernen sobre sus cabezas. Entre ellos vive la protagonista, Hushpuppy que ha perdido a su madre y que vive con su padre enfermo y con quien tiene un relación complicada. Su imaginación y su forma mágica de enfrentarse a la realidad son muy importantes a la hora de entender la película.

La niña protagonista, Quvenzhané Wallis, es la que lleva casi todo el peso de la historia y hace un trabajo impresionante que seguramente será gracias a una laboriosa dirección y que le ha valido una candidatura a los oscars. Difícilmente se llevará el galardón pero no deja de ser un reconocimiento a una gran interpretación. Pero ella no es la única debutante en esta película, también es el primer trabajo para Dwight Henry que le da la réplica como el padre de la protagonista. Una grave enfermedad de corazón le hace consciente del poco tiempo que le queda de estar con su hija y su mayor preocupación es de darle las suficientes armas para poder sobrevivir. También es la ópera prima de su director Behn Zeitlin que toma como base la obra de teatro de Lucy Alibar "Juicy and Delicious". En la parte técnica destacar una importante labor de postproducción que ayuda a sacar le mayor partido a un presupuesto reducido, como a lo que se refiere a la creación de un espacio en donde viven los personajes así como a los Uros, las bestias que vienen de los polos descongelados del sur y que proceden de la prehistoria y son para la niña la amenaza que tiene su comunidad.

El director compone una historia con mucha poesía pues no quiere hacer un relato realista sino más bien una fábula en donde nos sitúa en un lugar fuera del mundo y en donde la realidad se mezcla con la imaginación de la protagonista. A pesar de la fealdad de la historia, el director busca la belleza y la emoción. Una historia vibrante que no cae en lo sensiblero. Muy recomendable.