Revista Cine
Héroe de acción que hacen que mis ojos sonrían y mis oídos sangren.
★★☆☆☆
Después de ‘Espejito, Espejito’, ya no tenía ánimo de otra versión de la tan querida princesa de cuento. Ahora en una de esas coincidencias, llegamos a tener una segunda opción con meses de diferencia que si alguien me pregunta quién ganó la guerra de las ‘Blancanieves’, me temo aceptarlo, pero es esta versión y sólo porque la protagonista sufre una transformación de adorable dama, a un héroe de acción con espada, armadura y todo la cosa. También, es un poco más entretenida que soportar Julia Roberts haciéndose la graciosa.
La película no se anda con timideces, desde los primeros minutos se hace sentir un ambiente épico con grandes vistas, escenarios medievales y hasta el uso inesperado de gran imaginación en el uso de efectos visuales. La dinámica dirección del novato Rupert Sanders le infunde grandeza al cuento de los hermanos Grimm, haciendo de esta versión de Blancanieves un personaje de acción que tiene que escapar de la Reina porque desea saborear su corazón. A tal grado llega la actualización, que hasta hacen del personaje un mesías con la capacidad de cambiar el reino. Casi, casi sólo les falta nombrarla ‘Neo’ Blancura y Nieves.
Lo que es inevitable es la actuación tiesa de Kristen Stewart, quien durante la mitad de la película su personaje debe de padecer todo lo que uno del club que detesta ‘Crepúsculo soñaba alguna vez que le ocurriera. Tales desgracias incluyen: sufrir encerrada en una prisión, saltar de un risco, embarrarse de fango y salir huyendo de las llamas. Es todo un sueño hecho realidad las desgracias que el ocurren, pero la ilusión de que saldría bien librada del asunto termina cuando comienza a emitir extraños sonidos de su boca que se hacen pasar por diálogos, son tan absurdos que hasta canalizan innecesariamente a Shakespeare, cuando no lo es. Ni que decir de los motivantes discursos que realiza a sus súbditos que me hacen dudar de cualquier personas capaz en sus cinco sentidos pueda seguir a esta princesa en batalla.
La Reina, la mentada Reina que tanta falta le hace al cuento, es una de aquellas que se come el escenario con gritos y ojos de sapo. No está mal, es sólo que es evidente que Charlize Theron a momentos le exagera para llamar la atención. Ahora sí que no todos pueden gritar sin verse sobreactuados y ella no es una de la elegidas. Un punto a su favor es que sus escenas son entretenidas e interesantes porque el guión le proporciona una buena cantidad de fechorías. Después de una primera mitad dedicada a la majestad preocupada por su eterna juventud, se desaparece para resurgir en el requerido desenlace con todo y una lucha a muerte con ya saben quién. Su ausencia se hace sentir y no pueden imaginar como, porque lo que se tiene para suplantarla no es tan cautivador como ver a su majestad bañarse en crema marca Alpura.
Con variaciones en el uso de la manzana y algunos atajos por algún un bosque encantado, la cinta carece de sorpresas. Lo que si existe es esa sensación de que lo que miramos es relleno, como la introducción del cazador interpretado por Chris Hemsworth (quien sufre de un acento australiano difícil de ignorar). Tal personaje es sólo una herramienta capaz de producir luchas y persecuciones que permiten satisfacer a la audiencia adolescente o en mi caso, el que evite dormirme. Cuando se intenta brindarle profundidad con una historia trágica, no existe la menor importancia por lo que nos tiene que decir, es sólo una excusa para conversar con ‘Neo Chica’ cuando no esta siendo constantemente perseguida por el sicópata del hermano de la Reina. Al ser una anexo, la trama no fluye con naturalidad y cuando vienen los requeridos enanos, estos son despachados con mucha rapidez porque su tiempo fue utilizado ya por otro.
La película es prácticamente una gran persecución por todo el mundo mágico hasta llegar a la gran batalla con espadas y la gran lucha a muerte entre Blancanieves y la Reina. El que tenga grandes ambiciones puede que convenza a muchos como inocente entretenimiento que no requiere de mucho escrutinio, a mí en lo personal, lejos de las escenas de persecución y un buen uso de efectos visuales que hacen mis ojos que sonrían; la película se vuelve eterna con una protagonista que me es inexplicable su fama y unos diálogos que hacen sangrar los oídos.