Crítica cinematográfica: Criadas y señoras

En Criadas y señoras todos los personajes importantes son mujeres. No hay héroes, hay heroínas, y tampoco villanos, solo villanas. Los hombres no se encuentran ni siquiera en un segundo plano, todos los que podemos encontrar son absolutamente prescindibles. Esto nos puede recordar directamente a la obra teatral de Lorca, La casa de Bernarda Alba, pero en esta los obres, desde las sombras, resultaban ser los detonantes que producían las situaciones a las que las mujeres debían enfrentarse, pero en esta ellos no tienen nada que ver, se mantienen al margen para que ellas tomen el protagonismo desde todos los flancos.
En la década de los 60, el racismo se encuentra a la orden del día, las jóvenes burguesas tienen en su servicio mujeres negras que les ayudan con las tareas del hogar y a educar a sus hijos. Entre todas estas mentalidades cerradas, una inquieta joven deseosa de convertirse en escritora dará un paso adelante y se enfrentará a estos convencionalismos para conseguir, mediante la escritura de un libro con los testimonios de las sirvientas negras, que la igualdad sea reconocida como tal.
Criadas y señoras jamás habría podido salir adelante de no ser por un excelente reparto femenino, y sin lugar a dudas está bastante bien surtido. Bryce Dallas Howard lleva a buen puerto el papel de perversa malvada, e incluso la joven Emma Stone aguanta bastante bien. Pero si tenemos que resaltar un par de actrices, sin duda serían Viola Davis y a Jessica Chastain, ambas nominadas por esta película a los Oscar junto con Octavia Spencer, ambas brillan en un prodigio interpretativo. Davis interpreta a Aibileen, una mujer fuerte y acostumbrada a ser pisoteada, y Chastain nos muestra su amplio registro actoral con un papel tan alocado como a la vez emotivo.
Resulta prácticamente imposible terminar de ver esta película sin sentirse absolutamente emocionado en varias ocasiones. El final resulta cruelmente emocionante, y a pesar de lo relativamente planos que son los personajes es difícil es difícil no encariñarse con las heroínas y odiar a la malvada. Una película muy recomendable que opta al galardón de Mejor Película en los Oscar, aunque comparando con las otras nominadas no podemos destacara esta por encima de muchas de las otras.