Crítica cinematográfica: Headhunters

Tanto el cine europeo como el americano han evolucionado por sendas paralelas pero con características propias diferentes. En muchas ocasiones uno ha intentado imitar el estilo del otro, y por lo general los resultados han sido bastante desastrosos. Esto no quiere decir que las fronteras estén extremadamente marcadas y que no se puedan dar en algunas ocasiones mezclas ni que todos los intentos hayan sido tremendos fracasos. El cine europeo no tiene por lo general tanta fuerza en el mercado como el cine americano, y es muy importante que este primero trate de ser mucho más competitivo en taquilla, pero esto se puede conseguir sin necesidad de hacer productos de ínfima calidad contando una y otra vez historias que ya el cine americano ha terminado de explotar por completo.
Headhunters nos cuenta la historia de Roger, un cazatalentos que para ganarse un jugoso sobresueldo se dedica a robar carísimas obras de arte que después vende en el mercado negro. Cuando conoce a Clas Greve cree que, además de poder ficharlo para su empresa, podrá robarle una valiosísima pintura que mantiene guardada en su estudio. Roger no puede estar más equivocado, el cazador se convierte en presa y Roger deberá luchar por su vida.
Headhunters no se diferencia en nada de un centenar de películas americanas que hemos visto hasta la saciedad y que están cortadas todas con el mismo patrón. Esto no tiene porque ser del todo malo, pero cuando el resultado se asimila principalmente a una TV Movie de las que Antena 3 pasa los domingos sobre las cuatro de la tarde para llamar a la siesta a su público es imposible salvarlo de ninguna forma. Lo primero que salta a la vista en Headhunters es que lo que se nos cuenta resulta muy poco verosímil, el desarrollo es torpe y una cosa no parece llevar a la siguiente, es extremadamente exagerado y sacado de quicio gran parte de las situaciones que encontramos en la película.
Debido a lo repetitiva que resulta y a los grados de ridículo que llega en muchas ocasiones a lo largo de su metraje, la película llega a resultar terriblemente aburrida y torpe. Un despropósito y un intento errado.
Cameo edita tanto en DVD como en Bluray la adaptación cinematográfico de la obra del escritor Jo Nesbo, sin extras pero con una buena calidad de imagen y sonido para aquellos interesados.