Crítica cinematográfica: Hombres armados

El director y escritor John Sayles está interesado por Latinoamérica, prueba de ello es su película más conocida y emblemática, Lone Star,  donde un cadáver aparece en el desierto de Texas y el sheriff debe investigar el crimen. Una intriga semejante encontramos en Hombres armados, la película que nos ocupa, unas muertes en poblados indios llevarán a un anciano doctor a indagar sobre la situación en la que se encuentran esas pobres personas.
El doctor Umberto Fuentes ha perdido a su mujer y comienza a plantearse quién le recordará a él tras su muerte, que legado dejará antes de irse. Años atrás había comenzado un programa en el cual envió a algunos de sus mejores estudiantes de medicina a poblados indios para ayudarlos de una manera humanitaria. Ahora que va a tomarse unas vacaciones su idea es realizar un viaje por esos poblados de Latinoamérica donde mandó destinados a sus alumnos. Pero su visita de cortesía se tornará en investigación criminal cuando descubra que uno tras otro, todos los médicos han sido asesinados. Fuentes no creía que en estas tierras existiera la guerrilla, pero así es, hombres armados que no dudan en acabar violentamente con aquellos que ayuden al ejército, y este es el destino de todos los doctores. Fuentes seguirá el rastro de muerte con la esperanza de encontrar algún amigo con vida, para ello le acompañarán un espabilado chico, un antiguo soldado y un sacerdote que ha perdido la fe.
Quentin Tarantino se quejaba de muchas películas de la Segunda Guerra Mundial alegando que los nazis hablaban, en el original, en inglés y que deberían hablar alemán ya que es su lengua. De Hombres armados no tendría de qué quejarse, está rodada íntegramente en español y en los idiomas nativos. La elección del actor designado para el papel principal es claramente acertada, Federico Luppi es un excelente actor y su interpretación en el film es inmejorable, pero no todo son aciertos en esta película. El planteamiento es interesante, una odisea en la que los personajes deben encontrarse con los horrores de un mundo sin educación que les lleva a adoptar posturas violentas y retrógradas. Pero el pulso de John Sayles es algo torpe, no consigue dotar del suficiente interés a la historia que se nos cuenta y acaba resultando excesivamente larga y aburrida. La película termina con un el final que realmente se merecía, pero que está tan torpemente llevado que no podemos evitar quedarnos con un mal sabor de boca.
Cameo editará este mismo mes en DVD esta película. La calidad de imagen está todo lo mejorada que se pueda encontrar, tanto imagen como sonido están perfectamente cuidados. Los extras son inexistentes, pero la compra de esta edición es una cita ineludible para todo aquel amante de John Sayles, o del gran Federico Luppi.