Crítica cinematográfica: Incidente en Ox-Bow

A principios de la década de los 40 el western comenzó a considerarse un género en lugar de un subgénero, de esta forma se le dotaba de mayor importancia de la que se había dado hasta el momento, ya que se le consideraba hasta entonces marginal. Todo esto vino a raíz de películas como La diligencia, que demostraba que el western podía trascender los límites que su propio género le imponía, así, La diligencia puede considerarse también un drama y un estudio de personajes que se desarrolla en un espacio claustrofóbico. Años después, y siguiendo pautas semejantes, apareció Incidente en Ox-Bow.
En un pequeño pueblo que está siendo constantemente baqueteado por ladrones de ganado, un pueblerino es asesinado. Rápidamente, el pueblo se organiza en una comitiva con el objetivo de hacer lo que ellos consideran justicia, ya sea ajusticiando a los culpables o a tres desgraciados inocentes.
Incidente en Ox-Bow no resulta un western al uso, aunque por supuesto mantiene gran parte de la iconografía que el género exige, pero tiene ecos del más puro cine negro, o del drama social. La mezcla resulta tremendamente sutil e inteligente, y de esta forma todo encaja con precisión en este filme. Los personajes no resultan al uso, principalmente alguno de los secundarios, podemos poner por ejemplo el hijo del militar, que claramente tiene ciertas tendencias homosexuales que su padre trata de erradicar, o la grotesca mujer a la que llaman Mami, que no guarda ni el más mínimo rasgo femenino.
Todo la película nos conduce hacia el terrible final de los tres inocentes en una lírica escena que se desarrolla en un increíble decorado que evoca a una gran escena trágica, casi bíblica: los lazos en los que serán ahorcados colgando de un árbol al fondo presiden la escena, y las luces y sombras dan mayor fuerza aún al momento tremendamente dramático. Incidente en Ox-Bow puede que no sea uno de los western más conocidos del cine, pero sin duda es uno de los más importantes que se han realizado, es bello, violento, impactante, imprescindible.