Revista Animación

Crítica cinematográfica: Nicky la aprendiz de bruja

Por Monotematicosfm @curnom


Crítica cinematográfica: Nicky la aprendiz de bruja
El gran Hayao Miyazaki es considerado por muchos como el mejor director de películas de animación de la historia del cine, a título personal me arriesgaría a decir que incluso el mejor. Pocos autores a día de hoy pueden presumir de tener una imaginación tan desbordante y sensacional como la que Miyazaki tiene. Si bien sus mejores películas sean las más conocidas, como El viaje de Chihiro o La princesa Mononoke, y añadiría además El castillo en el cielo, pero no hay ninguna que no merezca la pena ver e incluso volver a ver. Claro está no es una excepción Nicky la aprendiz de bruja.
Nicky es una joven bruja de trece años que tiene que independizarse del hogar paterno para terminar su aprendizaje. Acompañada de su inseparable gato Jiji, Nicky monta en su escoba voladora y se marcha en busca de una ciudad en la que poder asentarse, la búsqueda da frutos rápidamente. La joven bruja deberá aprender a afrontar todos los problemas que su edad conllevan.
No es de las mejores de Miyazaki, pero es tan emotiva, tan hermosa, tan potente que resulta admirable. Nicky es tremendamente simple, es tan solo el día a día de una niña, por muy bruja que sea tendrá que enfrentarse a sus propios cambios de humor, a los primeros alejamientos de sus protectores padres, a los chicos, a su inseguridad, a todo lo que, en general, nos hemos tenido que enfrentar todos nosotros, tengamos la edad que sea. Nicky es un fragmento en la vida de una niña, bien podría dar para una serie, y esto ser tan solo un capítulo piloto, de ahí ese final que resulta algo brusco, pero que sienta las ideas de las intenciones del director.
Parece que es una película infantil, y lo es, pero que sea infantil no quiere decir en absoluto que sea exclusivo para niños, es una película para todos los públicos, literalmente. De la misma forma que un niño de diez años se puede divertir con ella atrapará a jóvenes y a adultos por igual con la maestría característica que tiene Miyazaki. Los problemas que tiene hacia el final Nicky de perder sus poderes, no es spoiler, puede hacer que cualquiera se identifique con ella. Todos queremos pensar que somos buenos en algo, y buscamos aquello en lo que destacar. Cuando Nicky lo pierde pasa por una etapa de falta de inspiración y el terror la embarga de no poder volver a ser lo que ella realmente creía ser.
Merece una mención especial la excelente banda sonora compuesta por Joe Hisaishi, que ha compuesto la totalidad de la música que utiliza Miyazaki en sus películas, y al igual que el director, no tiene nada desdeñable en su producción.
Hermosa, emotiva, divertida, graciosa, cercana, maravillosa. Y repito que no es en absoluto de las mejores. Merece la pena no perderse ni una de las películas de este absoluto maestro. 


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