Crítica cinematográfica: Sombras tenebrosas

Es innegable que el director de cine Tim Burton tiene obras realmente geniales como pueden ser el caso de Ed Wood o Big Fish, pero en sus últimos trabajos no nos deja nada especialmente destacable. De hecho, en estos últimos años ha realizado algunas de sus peores películas, y concretamente la peor con diferencia, Alicia en el País de las Maravillas, superando incluso a su remake de El planeta de los simios, que ya era difícil.  Con Sombras tenebrosas ha vuelto a pegarse el gran batacazo, no tan horrible como el de Alicia pero igualmente un fracaso.
Barnabas Collins es maldecido por un bruja, convertido en vampiro y enterrado en vida durante doscientos años. Cuando por fin puede escapar de su ataúd despierta en plena década de los 70 y en su antigua e inmensa mansión viven unos parientes muy muy lejano. Barnabas deberá adaptarse a los tiempos que corren, restablecer el negocio familiar de pesca y luchar contra la malvada bruja que le maldijo que aún se conserva a la perfección.
En un principio parece entretenidilla, pero rápidamente nos damos cuenta del error en el que estamos incurriendo. La historia del personaje del pasado que llega al presente y se fascina por los nuevos tiempos está terriblemente trillada hasta la saciedad y esta no innova en lo más mínimo. Los chistes en su inmensa mayoría son tontos y en ocasiones no consigue ni tan siquiera entretener, le ha quedado un todo bastante soso. Algunos actores están terribles, como Eva Green que resulta crispante en los histrionismos a los que se ve forzada en su actuación. La media hora final es absolutamente insufrible, larga, aburrida y llena de chorradas.
Escribo todo lo anterior con bastante pena, ya que en cierto modo si guardo cierta simpatía por las películas de Burton, pero sus grandes obras ya no aparecen por ningún lado, ni tan siquiera las divertidas. Desgraciadamente no merece la pena en absoluto.