Crítica cinematográfica: Woody Allen Un documental

Woody Allen ha legado para la historia del cine algunos de los mejores títulos de la historia, como así lo demuestran Annie Hall o Manhattan. Pero además de su gran talento como guionista, director y actor también ha logrado crearse un personaje, una figura que mostrar en las entrevistas, y esto facilita e incita que se haga un documental sobre él. El director de la serie de televisión de Larry David, Robert B. Weide, lo sabe, y se ha lanzado de cabeza a ello.
Woody Allen comenzó como escritor de chistes en periódicos, llegando a hacer hasta cincuenta diarios. A los años era cómico monologuista, y poco después ya salía por la televisión, hasta que finalmente dirigió su primera película. Desde entonces prácticamente todos los años hemos tenido en la cartelera una nueva película del gran cineasta, que incluso a día de hoy consigue película notables como puede ser Midnight in Paris.
La faceta de cómico de Woody es muy conocida, su ascensión al mundo del cine es interesante, pero esta fascinante figura podría dar mucho más de sí. Por otro lado también es conocida su cara más hipocondríaca y maniática, aunque solo sea por los personajes que repite de forma compulsiva en sus películas. Weide se queda a medias con su documental, nos muestran la trayectoria del artista, pero también trata de ahondar en su vida privada; sin embargo cuando aborda este segundo bloque es tan complaciente que llega a resultar cargante en algunos momentos. No hay problema si el documentalista no quiere adentrarse en la vida privada de Allen, pero en el caso de que lo haga debería hacerlo desde la objetividad. La sensación que deja es que está incompleto.
No obstante Woody Allen es un personaje tan interesante y divertido que es fácil conseguir dinamismo y mantener el interés cuando se habla de su vida. De esta forma, las más de tres horas de duración del documental no resultan ser pesadas, sino que atrapa al espectador. Incluso así el metraje es excesivo, pero el producto final es interesante, una pincelada más al retrato de este gran artista.
El magnífico sello Versus edita su primer Bluray, y lo hace con este extenso documental. Por supuesto la edición es intachable, y aunque carezca de extras tenemos la posibilidad de ver, tanto la versión cinematográfica de un par de horas, como la extendida de más de tres.