Revista Cine

Crítica de "Al final del túnel", de Rodrigo Grande

Publicado el 29 junio 2016 por Mumbo @OMasti2012
Crítica de A GRANDES MALES... MEDIDAS DESESPERADASComo ya sabéis, hemos estado inmersos en la 31ª edición del Festival Internacional de Cine de Valencia, Cinema Jove, en el cual disfrutamos de diversos coloquios y proyecciones; como aquella tan especial del clásico mudo de Alfred Hitchcock "El enemigo de las rubias" (The Lodger, 1927) que fue acompañada con música en directo; o la joya suiza "Amateur Teens" (Id., Niklaus Hilber, 2015), así como retrospectivas al cine proyectado en el Festival de Sarajevo, las cuales incluye la oscarizada cinta húngara "El hijo de Saúl" (Saul Fia, 2015) que reseñamos AQUÍ; algunos clásicos de Hitchcock y François Truffaut con motivo del 50 aniversario de la mítica entrevista concedida por la prestigiosa revista francesa 'Cahiers Du Cinema'; al igual que los mejores filmes del cineasta Rithy Panh, memoria viva del genocidio de Camboya. 
Dentro del marco del Festival, el pasado viernes 24 de junio tuvo lugar la ceremonia de clausura, la cual tuvimos el placer de estar invitados, y en la que acudieron los actores Clara Lago y Leonardo Sbaraglia, que presentaban la película que nos concierne, titulada "Al final del túnel".
Crítica de De entrada, podemos afirmar que "Al final del túnel" se aleja de las comedias que nos ha ofrecido su director Rodrigo Grande en estos últimos años, tales como "Presos del olvido" (Rosarigasinos, 2001) o "Cuestión de principios" (Id., 2009)... para conformar un thriller policíaco de suspense con una atmósfera inspirada en los relatos de Edgar Allan Poe, de casas habitadas por fantasmas del pasado y ladrones que las rodean. Cabe mencionar también que vuelve a contar con Pablo Echarri y su actor fetiche Federico Luppi; aunque este último en un rol más secundario, pero no por ello menos importante.Crítica de La premisa se centra en Joaquín, un hombre que está en silla de ruedas, y que vive con su perro en una lúgubre y oscura casa. Un día, la bailarina de striptease Berta y su hija Betty llaman a su puerta respondiendo a un anuncio que puso para alquilar una habitación. Su presencia dará alegría a la casa y animará la decadente vida de Joaquín. Crítica de Una noche, mientras trabaja en su sótano, donde repara ordenadores, Joaquín escucha un ruido casi imperceptible. Acerca la oreja contra la pared  y se da cuenta que un grupo de ladrones, liderado por Galereto está construyendo un túnel que pasa bajo su casa para robar un banco cercano. Desde entonces, Joaquín vigilará a los ladrones, tomando notas, logrando conocer al detalle el plan del robo, y ejecutará un plan contrarreloj con el fin de intentar frustrar los propósitos de Galereto y su banda. Crítica de Lo más destacable de la película reside en el alto nivel interpretativo de su elenco actoral, con un Leonardo Sbaraglia magnífico, que encarna a nuestro atormentado protagonista. Su 'voyeurismo' (entre comillas) nos recuerda claramente al James Stewart de "La ventana indiscreta" del maestro del suspense Alfred Hitchcock, y su habilidad innata para crear artefactos al delirante McGyver de la serie televisiva ochentera. Con el robo, nuestro protagonista ve la oportunidad de superar sus traumas, derivados del accidente automovilístico que le arrebató a toda su familia; y además, evidencia el doble significado del título del filme, ya que al final de ese túnel encontrará tanto el botín como la luz que ilumine su existencia. También sobresale la estupenda interpretación de Clara Lago, que da vida a la bailarina de streptease Berta, y la cual cabe reseñar el gran esfuerzo que ha realizado por conseguir dominar el acento argentino; y además Pablo Echarri, que encarna al despiadado y violento Galereto. Asimismo, la puesta en escena impregnada por su director Rodrigo Grande es maravillosa, teniendo la capacidad para mantener un suspense in-crescendo hasta el final del filme... y más, por el hecho de desarrollar el noventa por cien de la trama en dos o tres escenarios, dejando bien patente aquello de que menos es más. Por lo cual, la casa se convierte en un personaje más, repleta de claroscuros que potencian la opresión del espectador y remarcando los sonidos, como los quejidos de tuberías, suelos que crujen, sonidos de puertas que chirrían y desagües... que acentúan la paranoia y las amenazas que acechan al protagonista aún cuando no las ve, remarcando su estado emocional.Crítica de En definitiva, "Al final del túnel" es un fibroso thriller de suspense, con grandes interpretaciones y que te mantiene pegado a la butaca hasta su estupendo final; pero esencialmente, nos relata la interesante historia personal de Joaquín, que recupera la ilusión por la vida, gracias a ese robo en el que se ve inmerso de rebote. Ya sabéis... a grandes males, medidas desesperadas.PUNTUACIÓN: ★★★½

Crítica de

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