Creo haber hecho en este blog, en algún momento del año que pasó, una pequeña revisión del significado que provocaba en mí, un gran director como lo es el cineasta Joel Schumacher. Amado y odiado por partes iguales, o quizás odiado por siempre por sus tremendas falencias en sendas incursiones en las cintas de Batman, Schumacher supo dar a lo largo de su carrera enormes ejemplos de cómo brindar buenos productos cinematográficos. Sólo por citar algunos casos, tendríamos que nombrar cintas como “The Lost Boys”, “Flatliners”, “Falling Down”, “The Client”, “A Time to Kill”, “8MM”, “Phone Booth”, y hasta la más que correcta, desde mi punto de vista, “The Number 23”.
Si bien es cierto que Schumacher nunca se ha caracterizado por ser un director que se adentre demasiado dentro del género del horror, con “Blood Creek” ha demostrado, quizás, una faceta no explorada en demasía a lo largo de su vida cinematográfica. Estamos hablando de una cinta que toma en su guión la siempre interesante relación que se le reconoce al Tercer Reich con las ciencias ocultas para brindar un producto tan efectivo desde el punto de vista del entretenimiento puro como quizás poco ambicioso desde otros aspectos, sobre todo si tenemos en cuenta que el libreto termina siendo algo demasiado lineal para lo que se auguraba en un comienzo.
El mismo estuvo a cargo de David Kajganich (quien también fue el encargado de la adaptación de “The Invasión”, allá por el 2007, película que contó con las actuaciones de los siempre correctos Nicole Kidman y Daniel Craig, y que marcó el debut Hollywoodense del genial cineasta alemán Oliver Hirschbiegel), quien se centró no tanto en presentar un libreto que desmenuce demasiado todo el entremado de la relación nazi con el ocultismo, sino que lo utiliza como pequeña introducción para brindar una verdadera cacería humana a lo largo de 90 minutos de pura tensión bastante bien lograda.
Por otra parte, Schumacher ha logrado aquí brindar mediante su impecable método de filmación, una tensión garantizada y muy bien lograda a lo largo del metraje. No es normal ver a este director mover la cámara de manera tan frenética como lo ha hecho en “Blood Creek”, brindando efectivos momentos de suspenso los cuales combina con otros tantos en donde se centra en darle al filme el mayor gore posible en muchos de sus planos.
Escopetazos, peleas cuerpo a cuerpo y momentos en donde la sangre se muestra y en primerísimos planos, lo cual ha sido a mi modo de ver un gran acierto del director, quien ha convertido a “Blood Creek” en un más que correcto producto cinematográfico a pesar de ciertas falencias que brinda un guión un tanto desaprovechado.
Por el lado de las actuaciones, tenemos aquí protagónicos correctos y no mucho más. Quizás quien más simpatía pueda llegar a despertar en el espectador sea Dominic Purcell (reconocido por su protagónico en la aclamada serie de televisión “Prison Break”), quien brinda una actuación más que digna junto a su hermano en la ficción, interpretado en esta cinta por un muy natural actor como Henry Cavill, quien a mi modo de ver, se lleva todos los laureles en “Blood Creek”, sin decir con esto que sea merecedor de un Oscar ni mucho menos.
En definitiva, “Blood Creek” es una efectiva cinta que mezcla el thriller y el horror en estado puro. Entretenimiento garantizado de la mano del siempre efectivo Joel Schumacher, quien si bien no se animó a explorar demasiado una temática siempre interesante, sí supo brindar en líneas generales un filme excelentemente filmado y narrado de manera más que correcta.
Calificación de la Película: Buena.