Crítica de Caminando entre las tumbas, con Liam Neeson

El día 31, Halloween en todo el mundo, se estrena en España Caminando entre las tumbas, el último film hasta la fecha del siempre aclamado actor protagonista Liam Neeson (Sin Identidad, 2011), esta vez bajo las órdenes del autor Scott Frank (The Lookout, 2007) quien escribe y dirige éste thriller de crimen y misterio que guarda cierto parecido con las aventuras de Harry el Sucio en los años setenta.

Crítica de Caminando entre las tumbas

Por Santiago Maroto

Matt Scudder (Neeson) es un policía retirado, ahora detective privado sin licencia, al que un narcotraficante, sin intención de involucrar a la policía, le encarga investigar el caso de secuestro de su propia mujer, a partir de ahí todo será una lucha por ver quien es más fuerte y/o tiene menos miedo.

Con este simple y usual argumento comienza una trama que, a medida que va transcurriendo el metraje, le vamos encontrado dos parecidos razonables, lo cual no quiere decir que el trabajo sea malo, no en vano la película está basada en la novelas (sobre éste alcohólico detective) de Lawrence Block, sino que simplemente no goza de un guión muy original.

El primero, que vemos claramente como el personaje principal esta inspirado en el inspector Harry Callahan, encarnado por el gran Clint Eastwood en Harry el Sucio, y se caracterizaba por ser un tipo rudo, solitario y con un arraigado sentido de la ley que le hacía salirse de ella para conseguir acabar con los criminales que, dentro de la ley, eran imperturbables.

El segundo, aunque no tan notable, lo encontramos de un juego de aventura gráfica ambientado en el cine negro los años 70, que un servidor ha jugado; L.A.Noir, pues muchas de las escenas de persecución e investigación se parecen a algún caso de dicho juego, aunque reitero, no es el más importante si tenemos en cuenta que es una adaptación de una novela de 1979.

Técnicamente el film goza de una dirección y montaje notable, permitiendo seguir el hilo argumental sin prácticamente ningún esfuerzo, y donde se dejan ver varias escenas elogiables, para tratarse de una trama bastante lineal, te sorprende con algún que otro detallito macabro. En cuanto al trabajo interpretativo, la máxima responsabilidad recae sobre el “Sr. Liam” que demuestra una vez más su grandeza dejando eclipsado al resto del reparto.

Lo dejamos aquí animando, aunque solo sea por puro entretenimiento y afán de ver algo de chicha, a que os acerquéis por las salas a ver esta pieza del séptimo arte, que tiene muchos atractivos para todos los públicos.