Capitán América. El primer Vengador es una película potente que brilla con luz propia, con una fuerte marca detrás de sí y promete ser la delicia tanto para los seguidores del cómic como para la gente que no está familiarizada con el mundillo. Si bien no es la mejor película de superhéroes, sí es una de esas películas del género que debes ver sí o sí.
Título Original: Captain America: The First Avenger
Año: 2011
Duración: 126 min.
País: EE.UU.
Distribuidora: Paramount Pictures Spain
Director: Joe Johnston
Guión: Christopher Markus, Stephen McFeely
Interpretes: Chris Evans, Hugo Weaving, Tommy Lee Jones, Hayley Atwell, Sebastian Stan, Toby Jones, Dominic Cooper, Neal McDonough, Derek Luke, Stanley Tucci
Sinopsis: El Dr. Abraham Erskine es un científico que trabaja en el Proyecto Renacimiento: por medio de un suero experimental, podrá crear súper soldados que lucharán contra los nazis. Steve Rogers se ofrecerá como voluntario para probarlo, convirtiéndose entonces en el Capitán América, y se unirá a Bucky Barnes y Peggy Carter para combatir a la organización Hydra, dirigida por el villano Cráneo Rojo.
Capitán América empieza mostrándonos el hallazgo de una extraña nave y nos dan a entender que lo que encuentran en ella lleva mucho tiempo esperando ser descubierto. Rápidamente nos llevan a 1942, en plena Segunda Guerra Mundial: EEUU, los jóvenes alistándose al ejército, inflándose el pecho de orgullo por poder servir a su país. Excepto Steve Rogers, nuestro protagonista. Steve es el típico chico idealista, portador de ese patriotismo más rancio que nos pueden mostrar en las películas de acción norteamericanas. Steve tiene ganas, pero no tiene ni el físico ni la salud para servir a su país. A pesar de haber mentido a riesgo de ser encarcelado, no ha conseguido su propósito. A pesar de eso, sigue queriendo ser útil a su nación, como lo fueron sus padres, pero las negativas llueven sobre su cabeza, una y otra vez. Hasta que cierto doctor llamado Abraham Erskine (Stanley Tucci), posa sus ojos sobre él, dándole la oportunidad de su vida. Esa misma oportunidad que Johann Schmidt tuvo a punta de pistola y que lo ha convertido en Cráneo Rojo: ser un superhombre.
Comienzo mi crítica aclarando el punto más importante: No conozco el universo del cómic de Capitán América. Yo puedo hablaros (y tampoco siendo gran experta), por ejemplo, de Bruce Wayne o Guy Gardner, pertenecientes a DC. Quiero dejar claro esto porque mi reseña sólo se ciñe a la película y no puedo juzgar si se trata de una adaptación digna o no. Sea como fuere, deseo recomendaros esta película de acción al más puro estilo americano porque me ha enamorado. ¡Enamorado!
No son los efectos especiales, tampoco es que el protagonista esté cañón a matar o por sus buenos golpes cómicos. Escuchar su nombre, “Capitán América”, puede llegar a pareceros una americanada más (¿y qué es eso de “Capitán América” y sólo lleva la bandera de Estados Unidos?) y, puede que sí, pero aún así es una película diferente con un ligero mensaje detrás de todo el derroche de efectos especiales y escenas adrenalínicas. La película ha descuidado pocas cosas, ha introducido de diversas maneras las historias tanto de los protagonistas como de los secundarios y las motivaciones que tienen para actuar tal y como lo hacen; y si bien es una alegoría al patriotismo estadounidense, al final, podemos descubrir hasta ciertas críticas y situaciones irónicas hacia ese sentimiento de nación. Los creadores de ese magnífico elixir que crea a los superhéroes no es americano, sino alemán; todos los compañeros finales de Capitán América, los que dan el culo por él, son extranjeros y los propios americanos utilizaron el poder de Capitán América para la propaganda, lo utilizaron sin piedad. Los propios americanos no creyeron en el poder de Capitán América y se rieron de él. Al final, el mensaje que podemos sacar de la película es “No importa de dónde seas; lo que importa es a donde sientes que perteneces”.
Lejos de cualquier mensaje velado que nos hayan querido enviar, esta película nos ofrece acción asegurada, sin excesos, todo en su justa medida; unos escenarios cuidados y bien producidos aparecen a cada rato en pantalla y la ambientación, rozando el estilo steampunk me ha maravillado. Las dosis de humor son esenciales en estas películas, para que nos sintamos como en casa y tengamos de todo un poco en un mismo frasco. Yo, por lo menos, me reí en todos los chistes. Me atrevo a decir que el guión de la película, con algún que otro momento más largo de la cuenta, está muy bien sincronizado con el ritmo y el contexto de la época. ¡Y qué decir de la puesta en escena! Es impecable, creo que todos los personajes están muy logrados. Yo tuve la suerte de verla en VOSE y tanto Stanley Tucci como Hugo Weaving (Cráneo Rojo) bordan a sus personajes, cuidado hasta el más mínimo detalle, como el acento alemán en el habla.
Lamentablemente no todo es perfecto para el héroe ni su película. Los efectos especiales en su mayoría son espectaculares, pero me pareció terriblemente cutre el más importante: al empezar la película Capitán América es un joven enclenque y enfermizo. Por supuesto, cómo hacer que un actor en las condiciones físicas de Chris Evans se convierta en un chaval que no tiene ni una torta. Y lo más importante, ¿cómo hacer para que luego vuelva a su estado de superchachas buenorro? La respuesta la tuvieron en un efecto muy lamentable que destaca a mil kilómetros de distancia. Le pusieron a Chris Evans un traje para luego retocar su aspecto con el ordenador y conseguir “adelgazarlo”. Pero qué va, es tremendamente patético y se nota a cada movimiento. Como si su cara estuviera superpuesta. Por otro lado, no puedo olvidar que hay momentos en el que el ritmo decae y las escenas se hacen demasiado largas.
A pesar de no ser perfecta y tener sus salidas de foco, creo que es una película que merece la pena. Estoy segura de que disfrutaréis al máximo de los momentos positivos y que olvidaréis con rapidez los negativos, y es que Capitán América es más que una película de acción, en ella, verás como una persona, por muy débil que sea, puede llegar a ser un superhéroe y, lo que nos define, es cómo somos por dentro, no por fuera. Sólo descubriremos quiénes somos verdaderamente cuando tengamos claro nuestro poder interior. Ahí será cuando sepamos si somos alguien de provecho o un verdadero monstruo.
→Lo mejor: De lejos, el personaje de Steve Rogers
→Lo peor: Algunos efectos especiales y escenas mal aprovechadas.
→Puntuación: 8/10
ESCRITO POR KANON
Escritora en ciernes con una imaginación tan desbordante como su humor. Adora escribir, leer y escuchar música (sobre todo de Hey!Say!JUMP). Es la fundadora de Mientras Lees, pero también podéis encontrarla en Asia no Yoru, su bitácora personal.