Crítica de Cine | En la casa , de François Ozon (2012)

Hacía mucho tiempo que buscaba una película como En la casa, que me mantuvo pegada a la pantalla esperando impaciente lo que ocurriría a continuación y especulando sobre el desarrollo de la trama a medida que esta se desenvolvía de manera vertiginosa. Plagada de ironía, giros y sorpresas, En la casa es el ejemplo de un trabajo de guión e interpretación magníficos.

Título Original: Dans la maison
Año: 2012
Duración: 105 min.
País: Francia
Distribuidora: Golem
Director: François Ozon
Guión: François Ozon; (adaptación libre de la obra de teatro “El chico de la última fila”, de Juan Mayorga)
Interpretes (voces): Fabrice Luchini, Ernst Umhauer, Bastien Ughetto, Kristin Scott Thomas, Emmanuelle Seigner, Denis Ménochet, Jean-François Balmer
Sinopsis: En la casa trata sobre las relaciones entre un profesor y uno de sus alumnos, un juego ingenioso en el que la realidad y la ficción se entremezclan hasta confundirse y en el que no se sabe qué oscuras intenciones esconde el joven o hasta dónde llegarán sus maquinaciones.

Es una verdad universalmente reconocida que no hay nada que desanime más a un profesor que enseñar para una clase repleta de alumnos que no se interesa ni un ápice por lo que el maestro enseña. En En la casa, Germain (Fabrice Luchini) es un profesor de literatura francesa molesto por la falta de entusiasmo de sus estudiantes, que no son capaces de escribir redacciones de más de dos líneas con un mínimo de contenido decente. Pero este curso sus frustraciones como escritor fracasado se verán compensadas con Claude (Ernst Umhauer), el chico de la última fila cuyos relatos demuestran un gran potencial literario.
En estos escritos, Claude describe su entrada en la vida de su mejor amigo Rapha (Bastien Ughetto), o mejor dicho, su entrada en la casa de su amigo, la cual le ha causado infinita curiosidad desde que era pequeño. Las inquietudes de la clase media y el día a día de una familia normal son el punto de mira de Claude, que sabe el poder que sus palabras causan en Germain. Porque Claude, como si de un libro por fascículos se tratase, conoce el modo de mantener a su profesor en tensión, ansioso por proseguir con una historia con repercusión real.

En la casa es una película atípica, que transita en el límite entre realidad y ficción, al igual que la historia que escribe Claude, porque lo que él relata no es solo un mero cuento, sino la trama del propio filme. El relato dentro del relato, el metarrelato, y sobre todo esto, el hecho de tratarse de una película (en un principio inocente) que a medida que avanza toma tintes de thriller psicológico y suspense de primera clase. Nosotros somos Germain y queremos saber cómo continúa la historia de Claude, y al mismo tiempo somos un Germain superior, pues como espectadores de esta película necesitamos saber qué ocurrirá con estos dos personajes. Nos enfrentamos, entonces, a un juego de muñecas rusas. El guión es absolutamente brillante, no solo por la complicada historia que se enreda en sí misma y se destrenza a lo largo de todo el filme, sino porque está llevado a cabo con un tono de finísimo humor, a ratos irónico, y también porque sabe combinar a la perfección los retales de comedia con una parte mucho más perturbadora. Germain es quien incita a Claude a que continúe escribiendo, pero para eso el chico tiene que seguir metiéndose en la vida de su amigo, espiando a los padres de este y alterando su convivencia; pero eso no importa siempre y cuando Germain pueda tener su dosis diaria de escritos.
La película propone diferentes alternativas para su desarrollo, ya que (aunque en un principio no somos conscientes de ello) nos damos cuenta de que es el propio Claude quien decide qué va a pasar en su historia, y eso es lo que nos hace preguntarnos si es cierto todo lo que estamos viendo o no es más que la imaginación desbordante del muchacho. Y es por esto mismo que cualquier camino que tome la trama es totalmente lógico y a la vez no deja de sorprendernos. También contribuye a crear un aura de irrealidad el montaje, que nos muestra las escenas de lo que Claude va relatando. Ver En la casa es una experiencia similar a la de adentrarse en las páginas de una novela de misterio, en la que cada respiro en la trama no es más que un descanso que nos prepara para el siguiente bombazo.

El elenco de actores, perfectamente escogido, ayuda potencialmente a llevar a buen puerto la historia. Ernst Umhauer transmite tanto la frialdad calculadora de un adolescente obsesionado con la vida de una familia normal, como la debilidad de un chico del que sabemos prácticamente nada de una manera tan real que es espeluznante (en un buen sentido) verlo actuar en un personaje que le sienta tan bien. El personaje de Fabrice Luchine me ha dejado un poco descolada, porque no he entendido bien cuáles eran sus motivaciones. Está muy bien interpretado pero no he conseguido formarme una imagen nítida de qué era lo que Germain buscaba. Se apoya mucho en su mujer, Jeanne, caracterizada por una (como siempre) brillante Kristin Scott Thomas, y es como un Pepito Grillo en la conciencia de Germain. Podría seguir así con los demás actores y terminaría por parecer redundante; todos están estupendos, ninguno se sale de tono y aunque de vez en cuando algún personaje esté exagerado y resulte caricaturesco, las actuaciones son respetuosas y para nada burlescas.
En la casa es la película perfecta para aprovechar una tarde, una noche, un par de horas en las que te apetezca disfrutar de buen cine, de una historia bien elaborada y una trama laberíntica. Dejaos seducir por Claude y las dudas de Germain, intentad averiguar por dónde irá la trama, qué pasará a continuación, y os encontraréis atrapados en una historia que no os soltará hasta el último segundo.

→Lo mejor: El guión y el suspense que se genera durante toda la película.
→Lo peor: Germain es un personaje un tanto desconcertante.
→Puntuación: 8,5/10

Escrito por Hermy
Hermy es amante de las imágenes en movimiento y el tacto de los libros recién comprados. Vive en un pueblecito en el país del color verde y las lluvias regulares, por lo que desde pequeña siempre ha encontrado en las películas y los libros la manera perfecta con la que matar el tiempo.