Revista Cine

Crítica de cine: La Cosa (2011)

Publicado el 27 octubre 2011 por Lapalomitamecanica
La misma película, 30 años después y sin Kurt Russell
Crítica de cine: La Cosa (2011)
Nota: 5
  Sumario  Lo mejor: unos efectos especiales que sacan partido a las posibilidades de la criatura. Lo peor: que el tiempo difumina la línea entre el homenaje y la copia. Presupuesto/taquilla: 35 millones de dñolares / 16 en todo el mundo a día de hoy.
Ficha: Imdb. 
La curiosidad: Hay un videojuego para Playstation 2 titulado también The Thing bastante recomendable y que funciona como secuela de la saga.
El director: Esta es la pirmera película de
Matthijs van Heijningen Jr.
La duda: ¿Por qué una paleontóloga tiene más ganas de cazar alienígenas que Schwarzenegger perdido en la selva?
Que muchos espectadores -y críticos- aún tengan dudas sobre si estamos ante un remake o una precuela es un claro síntoma de lo poco que importa hoy en día la historia cuando hablamos de terror palomitero. Pero no creáis que es una enfermedad propia de nuestro tiempo, ya que en los 80, cuando John Carpenter estrenaba el remake de la película cincuentera -con todo lo que eso conlleva- El Enigma de Otro Mundo, ya existían sagas que se dedicaban a copiar una entrega tras otra como Viernes 13 o Halloween y que encuentran hoy su reflejo en Saw, Destino Final o Paranormal Activity.  Y era solo cuestión de tiempo que le sucediera a La Cosa.
La cinta protagonizada por Kurt Russell llegaba en 1982 tras la estela de Alien solo que introduciendo dos elementos diferenciadores que han generado una mitología dominante en el film que nos ocupa. La Cosa 1982 no solo nos contaba la historia de supervivencia en un entorno cerrado de un grupo de hombres contra una ciratura alienígena, sino que introducía un clima de paranoia en el que cualquier personaje podía ser el monstruo disfrazado equiparando los niveles de terror a los de tensión y, cómo no, a los de asco, ya que la descarnada y totalmente rompedora (para aquellos días) caracterización del bicho es otro de esos elementos icónicos.
Crítica de cine: La Cosa (2011)
Exactamente eso es lo que te vas a encontrar si decides enfrentarte a La Cosa 2011, es más, te lo vas a encontrar plasmado de forma idéntica: los análisis de sangre vuelven a ser la mejor forma para detectar a un infiltrado mientras que el fuego con su bello contraste con el hielo sigue siendo el arma predilecta a la hora de luchar contra la maldita cosa. La única innovación es la esperada utilización de CGI en lugar de prótesis para recrear las formas que adopta la criatura, y aunque personalmente soy más partidario de la técnica tradicional, no se me podría ocurrir una forma mejor de actualizar a un monstruo cuya principal característica es la misma que la de la línea del pelo de Nicolas Cage, es decir, la ausencia de forma concreta y las posibilidades más horripilantes.
El único interés de la historia es que en efecto, se trata de una precuela que conecta directamente con la cinta de 1982 aunque su ambigua ambientación y los actuales looks de sus personajes puedan inducir a error. El realizador debutante Matthijs van Heijningen Jr. ha considerado oportuno respetar la línea argumental de la saga presentando al equipo de científicos noruegos que habitaba el campamento en el que recaía Kurt Russell. Kate (Mary Elizabeth Winstead, Ramona en Scott Pilgrim) es una paleontóloga recién llegada que recoge el testigo del melenudo compartiendo la labor con Joel Edgerton (el descubrimiento de Animal Kingdom). Pero se nota que para ambos este film supone más un trampolín hacia el cine de masas que una oportunidad para demostrar de lo que son capaces.
Crítica de cine: La Cosa (2011)
La Cosa 2011 no deja de ser la explotación tardía de una película o "casualización" de una saga que al igual que otros ejemplos como Alien Resurrection o Depredadores, coloca a un puñado de personajes más o menos interesantes en el centro de una mitología clásica, con su narrativa poco flexible y la constante sensación de deja vu para el fan de la original, esperando que las nuevas generaciones lo abracen igual que hicieron sus padres. Y como ya sabemos, es una fórmula que se puede repetir en pocas ocasiones sin caer en el aburrimiento más absoluto, y La Cosa 2011, sin tener ningún aspecto que chirrie, se encuentra en ese límite.

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