Crítica de cine: La Víctima Perfecta

Piscópata de manual busca inquilino ingénuo para thriller del montón


Nota: 3
Lo mejor: que es corta y directa
Lo peor: que te la sabes de memoria con solo ver el cartel
Hillary Swank ya no engaña a nadie. Por muy bueno que pueda ser el reclamo de dos bien merecidos Oscars, el modus operandi de la actriz no es ningún secreto para los espectadores acostumbrados a verla saltar entre el "modo buscapremios" y el "modo bazofia infecta". Así que como habréis podido deducir al no leer el nombre de ningún prestigioso realizador junto al de la actriz en el cartel de La Víctima Perfecta (obra de Anja Jokinen), este telefilm estrenado en cines se enmarca de lleno en el segundo grupo.
Chica guapa y trabajadora busca nuevo piso para superar una ruptura sentimental. La chica encuentra un chollazo y comienza su nueva vida. Incluso su casero, un cuarentón solitario, parece un tipo de lo más simpático con el que tener una o dos citas. Pero en lo que no había caído la inocente joven (ya no tanto, que la Swank cuenta con 37 años) es con que su nuevo ligue está más sonado que un silbato. Pero cómo, ¿Qué nos has reventado quién es el psicópata en el segundo párrafo de la crítica? Bueno, no creo haberle desvelado la sorpresa a nadie teniendo en cuenta que estamos ante una película con 5 personajes, y solo 3 que aparezcan en más de 4 escenas: la propia Swank, Christopher Lee con sus 137 años y Jeffrey Dean Morgan. Misterio, lo que se dice misterio. Como que no hay mucho. 

Claro que siempre ayuda tener a un icono del cine de terror paseándose con sus amenazadoras cejas y esas arrugas que parecen las grietas del inframundo. Pero desde el primer segundo en el que asoma Chistopher Lee por la pantalla queda claro que un hombre de edad tan avanzada y extrema fragilidad no va a dar ningún juego en una película de este tipo, es decir, más plana que la línea editorial del Marca.
Con lo que todo se reduce a ser testigos de como la chica se va dando cuenta de que lo que menos le interesa a su casero es cobrarle el alquiler hasta que llegamos a la típica persecución chullilo en mano justo antes de los títulos de crédito. Y mira que la historia tenía algún punto que podría haber dado bastante de sí como los pasillos secretos que se monta el tipo para espiar cómodamente o la relación con su autoritario padre (Lee). 

Tampoco busquéis en las interpretaciones ningún aliciente para perder vuestro tiempo con La Víctima Perfecta. Swank resulta tan profesional como sosa siempre que no le toca sufrir ningún drama trascendental, mientras que el poco conocido Jeffrey Dean Morgan (El Comediante de Watchmen, también visto en Loosers) parece haberse empollado el Manual Bates Para Personas con Hobbies Sangrientos tras copiarle el look a Javier Bardem. Eso sí, siempre es un placer ver a Saruman en pantalla, aunque sea en producciones de medio pelo como la que nos ocupa.