Crítica de cine: Legión

Para esto mejor os quedáis en el cielo.

Nota: 2
Lo mejor: Los primeros 5 minutos y la BSO
Lo peor: La Spidy-abuela
Legion es una de esas peliculas que cuando ves el cartel o el trailer te da la tentación de ir al cine para ver si te llevas una grata sorpresa. Lamentablemente este no es el caso, ya que la película en ocasiones llega a ser ridícula y en otras aburre, a pesar de que la premisa principal era atractiva.
Dios ha perdido la esperanza en el ser humano, y al igual que ya hizo en Sodoma y Gomorra, planea extinguir a la humanidad. Sin embargo, esta vez no será tan sutil inundando el planeta, sino que hará que sus ángeles soldados ( aunque no lo creáis existen rangos militares entre los ángeles) bajen a la tierra y posean a todos los humanos para convertirlos en una especie de zombis estupidos y acabar con la ultima esperanza de la humanidad. Que resulta ser un niño que aún no ha nacido fruto del affaire entre una camarera de un bar de autostop y un desconocido.
( Los últimos tipos duros del planeta )
Paul Bettany aparece en escena como un general de Dios que no está de acuerdo con su plan porque todavía no ha perdido la esperanza en nosotros. Por lo tanto, tendrá que proteger a toda costa al niño porque se supone que es el elegido, y esto es porque si, así que no vale la pena darle más vueltas.
Salvo los primeros minutos de la película que parecían prometer, el resto se va diluyendo por un desarrollo de la historia realmente pobre. Casi todo el metraje trascurre en una cafetería en mitad del desierto regentada por un lamentable Dennis Quaid, y que da la casualidad que es el último lugar de la tierra donde la plaga no ha llegado y cuyos clientes son inmunes a que les posean los ángeles  sencillamente porque sino no habría película. 

Por tanto, la trama se puede resumir en eso, en aguantar el ataque de unos zombis con menos ideas que los de Zombis Party hasta que nazca el bebe, porque ya entonces se supondrá que la humanidad se habrá salvado aunque tampoco sabemos por qué. Es decir, que la historia no hay por donde cogerla.
Por su parte, Paul Bettany hace un papel sin carisma ni chispa, en una película que podría haber dado algo más de si. Yo no me esperaba una obra maestra, pero si algo similar a Constantine, que sin ser una película estupenda elabora un universo entre el cielo y el infierno bastante logrado.
Una crítica de Julen Alonso.