Nota: 5
Sumario
Lo mejor: los constantes guiños al género.
Lo peor: que le faltan muchos grados de mala leche. Ficha: IMDB.Presupuesto/taquilla: 40 millones de dólares / 92 en todo el mundo a día de hoy. Más rentable de lo esperado.
El director: Greg Mottola (Nueva York, 1964) sorprendió con un debut divertidísimo con Supersalidos, a la que siguió la más que digna Adventureland. Con unos antecedentes tan dignos nos extraña lo simple y blandita que le ha quedado Paul. La curiosidad: la película está cargada de referencias a V, Alien 2, E.T., Men In Black, Encuentros en la 3ª Fase, Expediente X, Star Wars y un sinfín más de películas del género. ¿Te has fijado en todas?
La duda: ¿Por qué Paul más que una comedia parece un homenaje a los asistentes a convenciones tipo Comic-Con?
Atención. No estamos ante el cierre de la trilogía paródica que comenzó con Zombies Party y continuó con Arma Fatal. Ni de forma intencionada ni accidental. Aunque tanto esas dos películas como Paul comparten dúo protagonista y un acercamiento cómico a un género en el que no suele ser frecuente, las dos primeras cintas son dos producciones inglesas relativamente pequeñas que sirvieron para dar relevancia internacional a Simon Pegg, y Paul es como esa versión americana (coproducción, de hecho) del éxito europeo de turno que sale…eso…muy americana. Me explico.
Lo que tenemos aquí es el plan de Pegg (también guionista de la cinta) para hacerse famoso más allá de nuestro continente, y para ello ha extrapolado a los personajes nerds que le han dado a conocer junto a Nick Frost a otro contexto paródico con el que lograr uno de los sleepers del verano. Y me refiero a extraerlos directamente, porque Pegg y Frost interpretan en Paul a dos ingleses de vacaciones en Estados Unidos que se pasean por toda la iconografía alienígena estadounidense con su ruta 375, Área 51, Roswell y demás.
Bueno, ¿Y qué mejor sitio para dar la vuelta a los mitos alienígenas que la América profunda? Diréis, y tendríais razón, de no venir esta localización con una penalización bajo el brazo, y esta es la de ser una película hollywodiense en toda regla, donde la mala leche y el humor negro están reducidos al mínimo y los excesos presupuestarios se pagan con una bajada de pantalones ante la taquilla.
Porque como ya sabéis, en Estados Unidos las restricciones por edades son mucho más contundentes que en España, y si una cinta es calificada como no recomendada para menores de 13 años estos no podrán entrar solos al cine echando a perder la taquilla del mayor perfil demográfico de espectadores: los adolescentes. Y Paul ha costado 40 millones de dólares, exáctamente 10 veces más que Zombies Party. Es por eso que lo más fuerte que vais a encontrar es un chiste sobre sondas anales entre las coñas de pedos y golpetazos, y también la razón por la que al final el alienígena Paul (Seth Rogen en VO, Santi Millán en España) se acaba pareciendo más a E.T. que al Roger de Padre Made In Usa, aunque eso sí, su presencia resulte de lo más creíble e incluso carismática en todo momento.
Se trata de un fallo de cálculo en el tono de la cinta, que además se enfrenta directamente con el punto fuerte de Paul, que son sus constantes referencias a clásicos de la ciencia ficción que requieren cierta madurez cinematográfica por parte del espectador como cierta llamada telefónica impagable o un cameo final sorprendente.
Al final, el mejor valor de la cinta se encuentra en su reparto, desde los siempre graciosos Pegg y Frost hasta un hilarante Bill Hader (el agente Haggard), que parece empeñado en robarle el repertorio a Jim Carrey. Incluso Jason Bateman resulta simpático en el rol más cuadriculado y absurdo de la película. Y solo si seguís a alguna de estas promesas de la comedia o si sois capaces de coger el 100 por 100 de las referencias de Big Bang Theory conseguiréis sacarle algo de partido a Paul.