Crítica de cine: Precious

El telefilme con alma

Nota: 6
Lo mejor: El reparto y la selección musical.
Lo peor: Se lleva de calle el título de "dramón del año".
6 nominaciones a los Oscar avalan el fenomeno indie de la temporada, pero no os dejéis abrumar por la moda de ensalzar todo lo que huela a independiente y tenga un mínimo de calidad. Precious esta bien interpretada, bien realizada y cuenta con un personaje principal que despierta simpatía y tristeza a partes iguales, pero no deja de ser una tv-movie sobre autosuperación que no aporta absolutamente nada al género. 

Precious es una adolescente de 16 que padece obesidad mórbida y maltrato psicológico por parte de su madre. Para colmo, los abusos sexuales de su padre ya le han dado un hijo con síndrome de Down y está embarazada de otro. Ante semejante panorama en su colegio deciden expulsarla y comienza a ir a unas clases especiales donde descubrirá que sirve para algo y que debe abandonar a su familia.
Una historia real tan desgarradora que se muestra en pantalla tal y como suena. Las escenas en las que su padre la aborda en la cama no son aptas para todo tipo de estómagos y los constantes insultos de su madre taladrarán el corazoncito del espectador más duro. Un oscuro panorama que se ve equilibrado por las fantasias del personaje principal, imaginando un mundo en el que es una estrella de cine o en el que nadie se interesa por el físico. La música también aporta un poco de color a un conjunto que acaba siendo demasiado sombrio.

La historia funciona como drama y obviamente como película de autosuperación gracias a sus protagonistas. Un elenco de actrices en estado de gracia donde destaca la multipremiada Mo´nique, que da vida a la madre  y que os dará ganas de comprar una escopeta. Gabourey Sibide es el nombre de la joven protagonista que tuvo que realizar una preparación mental para el papel merecedora de todos los elogios, y que logra que te importe el destino de Precious. Por ahí también asoma Mariah Carey dando vida a la asistenta que presta su ayuda a la joven y me sorprendé que no rechine entre tanto talento desatado.
Pero en Precious todo está condicionado a un esquema tantas veces visto que sencillamente aburre. Y mira que el director Lee Daniels (Shadowboxer) intenta dotar de una belleza inusual en el género a cada plano y cada ambiente. Lo que seguramente sea la razón de que estemos oyendo hablar tanto de la cinta, pero que es sin duda insuficiente para que sigamos hablando de ella dentro de unos años.