Mujer blanca universitaria encuentra esquizo a lo Cabo del Miedo
Nota: 3
Lo Mejor: Perfecta como película para ver en pareja cuyo visionado será interrumpido por un seguro calentón sexual.Lo Peor: La vi sola.
De nuevo asistimos a un fenómeno que no acabamos de entender del todo en el mundo del cine y de los resultados en taquilla, la relación ilógica entre calidad y cantidad. Me sorprende que The Roommate alcanzara durante la semana de su estreno el primer puesto en la taquilla norteamericana, teniendo en cuenta además los malos resultados que obtuvo por parte de la crítica estadounidense. Desde luego, me extrañaba que a tenor de su trailer y del argumento que propone, la cinta fuera a agradarme, pero oye, nunca se sabe. Desgraciadamente, no ha sido así y he vuelto a tragarme una vez más un film destinado a grupos de adolescentes cuyas inquietudes en la vida se reducen a lograr popularidad en el instituto y emborracharse con un malibú piña.
Me preocupa que este tipo de obras superen la barrera televisiva. Con evidentes influencias de Mujer Blanca Soltera Busca..., Christian E. Christiansen nos presenta un producto que debería haberse quedado en una tv movie de las del sábado tarde con las que toda madre disfruta, pero que desafortunadamente ha llegado a la gran pantalla (por suerte en España sólo con cinco copias, que se usan ahora como castigo a los presos en las cárceles del país) gracias, supongo, a su reparto, compuesto por un par de chicas monas sacadas de series y al que se le añade un tío con una constante expresión de parecer que le esté dando el sol en los ojos, un gesto de moda que debe de poner cachondas a las mozuelas, pero que una vez alcanzada la madurez, lo que transmite es un grado alto de idiotismo en el chico en cuestión.
The Roommate se centra en Sarah (Minka Kelly) una chica universitaria de pueblo que estudia en Brown y a la que rodea un insoportable halo de perfección: Guapa, inteligente, agradable, cool y demás adejtivos positivos. Un día se encuentra con que le han asignado una compañera de cuarto, Rebecca (Leighton Meester), que a primera vista resulta la típica niña pija de pasta y que prefiere los museos a los clubes nocturnos, eso ya da mal rollo. Al principio parece una buena chica, pero poco a poco -cualquiera con menos inocencia que el elefante rosa de Pocoyó se hubiera dado cuenta antes- Sarah empieza a descubrir que el comportamiento de Rebecca es un poco raruno y obsesivo, siendo víctima de un acoso mayor que el de Mariñas a Cantizano. Rebecca comenzará a ponerse farruca con todo lo que se interponga entre ella y su adorada Sarah: sus mejores amigas (Alyson Mychalka, Daneel Ackless), su profesor moderno de frases estúpido-filosóficas (Billy Zane), su chico de ceño fruncido a lo Troy McClure de Los Simpson (Cam Gigandet),...
Como podéis apreciar, el reparto está compuesto por intérpretes guapetones sacados de series, Kelly de Friday Night Lights, Meester de Gossip Girl o Gigandet, rescatado de la bolsa de basura donde tiraron las sobras de Crepúsculo. Un coro al que no se le puede exigir más que colocar sus caras bonitas ante la cámara, de hecho, Meester es la única que puede sacar algo de jugo a su personaje, pues el resto son totalmente planos. Es un cásting claramente enfocado a atraer a los jóvenes (la película es PG-13) que están en la edad de no buscar más allá que el entretenimiento fácil, objetivo que tampoco logra del todo Christiansen, comenzando con una media hora de auténtico muermo y continuando con actos violentos de la mala de la película menos impactantes que las palizas que graban con sus móviles los chavales de instituto. He visto a madres arrancar piercing del ombligo con más mala leche que la de Rebecca y la escena os aseguro que ha resultado más gore, tinte de lo que carece The Roommate, que no sorprende ni en cuestión de terror, ni en suspense.
No hay más que añadir sobre el resto de aspectos del film, porque no destaca en absolutamente nada. The Roommate es una chorrada más con un reparto de efecto humectante en los púberes que se puede unir junto a Soy el Número 4 o Caperucita Roja. ¿A quién tienes miedo? al cajón de bazofias de dinero fácil y que deberíamos meter en el arca de la alianza para que al "tonto del sombrero" no se le ocurra hacer secuelas. La única conclusión útil que he extraído de la cinta es que tengo que empezar a ver las películas acompañada.