Revista Cómics
Vista entera Darker than Black, y tengo que decir que es una serie que me ha resultado llamativa porque toca un tema por el que los animes japoneses no se suelen interesar: el espionaje. Ahora, dad por supuesto que no lo hace ni remotamente de una manera estándar, ni mucho menos. La manera en que lo trata resulta un tanto inclasificable así como fascinante para mí, pues es un estilo que me gusta mucho cultivar en mi propia obra, y lo bautizaremos como 'fantasía ciencia ficcionera superheroica urbana', por llamarlo de algún modo.
Darker than Black tiene lugar en un tiempo futuro, pero no muy lejano, en el que de repente el cielo nocturno desaparece de nuestra vista y es sustituido por una falsa bóveda estelar. Por cada nueva estrella en el cielo, existe entre nosotros un ser humano con cualidades únicas. Dicho colectivo vive en secreto entre los humanos y sólo unas pocas agencias secretas internacionales los conocen y usan en su provecho. Su nombre es 'contratistas', y el motivo resulta uno de los alicientes más llamativos de la serie.
Los contratistas están siempre obligados a cumplir un 'pago' cada vez que usan su poder. Ese pago es una compulsión irresistible que no pueden evitar. Por poner un par de ejemplos, un contratista puede parar el tiempo y su pago consistir en doblar las esquinas de un libro, o su cualidad teleportarse y su pago besar a la persona más cercana que encuentre. La cantidad de poderes y pagos es inmensa y tremendamente original, y sin duda uno de los puntos fuertes de la serie.
El protagonista central (pero no el único) es Hei, un enigmático contratista que trabaja para una aún más enigmática organización sólo conocida como 'El Sindicato'. Hei tiene el poder de generar electricidad de su cuerpo, con fatales consecuencias, y su llamativo pago consiste en tener que atiborrarse a comer después de usarlo. Hei ya operaba como letal asesino incluso antes de ser contratista, aunque al contrario que la inmensa mayoría de ellos, poco empáticos e incapaces de mostrar sentimientos, es profundamente emocional.
Como ya he dicho Hei es el centro de la historia, pero ni de lejos es el único personaje. Hay muchísimos otros, desde la agente que lo persigue, mezcla de policía y astrónoma, al equipo de operaciones de Hei, formado por la inusual mezcla de Huang, un viejo sin poder alguno, Mao, un gato contratista que puede hablar (y cuyo origen es muy original) y Yin, una chica emocionalmente muerta pero con enormes poderes de observación, lo que se conoce como 'Doll'. Aparte de ellos muchos otros personajes a menudo toman el protagonismo puntual, como son un par de detectives hilarantes o el equipo de espionaje del MI6, comandado por el siempre elegante 11 de Noviembre.
La serie es visualmente deliciosa: no se puede esperar menos de la compañía que la anima, Bones, toda una veterana con años de experiencia. La banda sonora de Yoko Kanno, otro mito del género, ayuda mucho también. Entre los puntos negativos, en este caso el carácter episódico a veces hace que uno se pierda si no ve los capítulos con cierta asiduidad, y al haber tantos personajes es interesante conocerlos a todos pero da la sensación de que hubiera resultado de agradecer más longitud argumental, de modo que los primeros episodios sirvieran para conocer a los personajes y el entorno de espionaje en que se mueven y los siguientes para desarrollar la trama en sí. Ambas cosas suceden a la vez, lo cual desconcierta un poco porque debes prestar atención a dos niveles superpuestos, el personal y el global.
La serie posee una secuela que sigue una estela similar, pero a la que le faltan muchos de los secundarios mencionados anteriormente, con el consiguiente detrimento en interés de aquel que quiera lanzarse a ella. Aun con todo, Darker than Black es una buena serie que usa una idea muy original para ahondar en un mundo que podría haber contado con grandes dosis de oscuridad y psicología, como muchos animes suelen emplear, pero en vez de ello opta por un tono a la vez serio, desenfadado y lleno de referencias al pasado de los personajes como eventos que ya nunca podrán alterar. Muy recomendada.