Sinopsis: En Irlanda del Norte, el 30 de Enero de 1972, trece personas murieron en las calles de Derry (Londonderry para los ingleses) y otras catorce fueron heridas por las balas del ejército británico. Eran unos civiles desarmados que participaban en una manifestación contra el decreto del Gobierno Británico autorizando los encarcelamientos preventivos.
Este día, que se conoce en la historia como “Domingo Sangriento”, fue crucial en la historia contemporánea del problema irlandés porque convirtió el conflicto en una guerra civil, hizo que muchos jóvenes se integraran en el IRA y alimentó un ciclo de 25 años de violencia.
Paul Greengrass es actualmente y por indudables méritos propios uno de los mejores directores de la cinematografía actual. Quizás muchísima gente lo haya conocido por su despliegue fenomenal en cintas muy conocidas como “La Supremacía Bourne”, “El Ultimátum de Bourne”, “Vuelo 93” o la más cercana y excelente en todo sentido “La Ciudad de las Tormentas”.
Sin embargo, corría el año 2002 cuando Greengrass presentó en sociedad su espectacular filme titulado “Domingo Sangriento”, el cual narra los trágicos acontecimientos que ocurrieron en la ciudad de Derry, Irlanda del Norte, el 30 de Enero de 1972, en donde una pacífica manifestación en contra de los encarcelamientos preventivos contra supuestos miembros del IRA concluyó en una inexplicable masacre a cargo del ejército inglés, dejando el mismo el trágico saldo de 13 personas muertas (una décimocuarta moriría meses después) y 14 personas heridas.
Además de la dirección del filme, Paul Greengrass se encargo del guión del mismo junto con la necesaria ayuda de Don Mullan, un escritor residente en Dublín, quien fue el redactor del libro “Eyewitness Bloody Sunday”, el cual cuenta con cientos de declaraciones tomadas por los activistas en defensa de los derechos civiles la semana posterior a los trágicos sucesos.
Basándose en estos relatos, Greengrass nos brinda un guión plagado de dramatismo y tensión, acompañado de un apartado técnico excelente y por sobre todo de una dirección de fotografía notable.
La película comienza relatándonos muy de a poco en su primeros cuarenta minutos de metraje todo el operativo previo de ese fatídico día tanto desde el punto de vista de los defensores de los derechos civiles en Derry, liderados por Ivan Cooper (interpretado de notable manera por James Nesbitt) como desde el punto de vista del ejército inglés, quienes esperan órdenes del alto mando sobre cómo responder ante eventuales agresiones de los manifestantes.
Toda esa tensión que muestra en pantalla Greengrass durante el primer tramo del filme, dejará paso a un dramatismo desgarrador sobre su segunda mitad. En ella nos mostrará de una manera fílmica casi documental (el uso de la cámara en mano y los movimientos de la misma son de una factura notable) la terrible matanza perpetrada por el ejército ingles una vez que toda la situación se desbarranque.
Párrafo aparte merece la notable dirección de fotografía que el filme posee, esta vez a cargo de Ivan Strasburg, quien aporta con su trabajo un impresionante realismo en todas las escenas del film. Combinando esto último con el excesivo pero necesario recurso de la cámara al hombro (casi el 80% de la cinta), tanto Strasburg como Greengrass redondean un trabajo técnico de notable envergadura.
En definitiva, “Domingo Sangriento” representa un producto cinematográfico de enorme factura técnica y argumental que Paul Greengrass nos brinda sobre un trágico suceso que marcó durante más de 25 años la lucha armada en Irlanda del Norte. Una película notable en todo sentido y necesaria desde el punto de vista histórico.
Sólo me queda recomendar fervorosamente el visionado de la cinta a aquellos espectadores que todavía no se hayan acercado a la misma. Quien conozca a Greengrass, sabe de su notable calidad como cineasta. Quien no lo conozca, pues aquí tiene un filme de impresionante calidad como para ir descubriendo a uno de los mejores directores de la cinematografía actual.
Calificación de la Película: Excelente.