Es de agradecer que existan cineastas con una personalidad propia y reconocida en el panorama cinematográfico actual; más concretamente en el Hollywood de nuestros días, en el que las numerosas franquicias de toda índole por una parte, y toda la retahíla de remakes, reboots y secuelas varias por otra, ocupan la gran mayoría de las producciones cinematográficas. Gente del talante de Christopher Nolan, Dennis Villeneuve o Guillermo del Toro que son capaces de marcar su personalísimo sello autoral en toda una superproducción, un hecho que levanta tanto pasiones como odios entre la crítica y público. A mi personalmente me encanta que, en un mundo cinéfilo tan desangelado y previsible, hayan directores que aporten su toque distintivo a sus obras, que a pesar de no ser distintas en su esencia, sí atesoran matices originales y dispares que las permiten desmarcarse de la monotonía imperante. Podemos citar perfectamente casos como el de "Dunkerque" (Dunkirk, 2017) de Christopher Nolan que parte de la conocida "Operación Dinamo" de la Segunda Guerra Mundial, pero que el realizador de "Memento" la plasma en la gran pantalla bajo su marcado y reconocible punto de vista, propiciando que sea un filme totalmente novedoso e insólito dentro de un género tan manido como el cine bélico.
Guillermo Del Toro hablando con parte de los actores en el set de rodaje de "La forma del agua".
Guillermo Del Toro cabría perfectamente en esta apreciación, ya que es un cineasta que cuenta con un universo propiamente dicho, caracterizado por sus espectaculares ambientes tétricos y agobiantes, repletos de situaciones mágicas y fantásticas. Su estilo está marcado por su gusto por la biología, por la escuela de arte simbolista, su fascinación por el mundo fantástico desde el punto de vista de los cuentos de hadas y su predilección por los temas oscuros. Sus trabajos incluyen frecuentemente monstruos o seres fantásticos. Del Toro siempre ha afirmado estar enamorado de los monstruos: "Mi fascinación hacia ellos es casi antropológica... los estudio, los disecciono en algunas de mis películas: quiero saber cómo funcionan, qué aspecto tienen por dentro y cómo se comportan". También tiene una lista de otras cosas que le fascinan y que se han convertido en piezas habituales de sus películas: "Tengo una especie de fetichismo por los insectos, la relojería, la maquinaria y los engranajes, monstruos, lugares oscuros, cosas sin nacer...". (1)Del Toro es un cineasta que ha dirigido una amplia variedad de películas, desde adaptaciones de cómics (como las dos entregas de "Hellboy" y "Blade II"), hasta películas de terror y fantasía histórica, dos de las cuales se sitúan en España en la época de la Guerra Civil Española y el periodo inmediatamente posterior, durante el régimen dictatorial del General Franco. Estas películas, "El espinazo del diablo" (Id., 2001) y "El laberinto del fauno" (Pan's Labyrinth, 2006) también comparten aspectos similares: protagonistas (niños pequeños) y temática (como la relación entre terror y fantasía, así como el vivir bajo el yugo de un régimen fascista o dictatorial). Sus obras son un recordatorio constante de que la fantasía es una buena forma de mostrar la realidad para explicarla mejor. Sus monstruos, más que asustarnos, muestran un lado con el cual identificarnos. Toda su personalidad, afuera y adentro de la pantalla, lo lleva a ser considerado como un cineasta de culto. (2)
Exceptuando de "El laberinto del Fauno" no ha recibido el reconocimiento crítico, a lo que él confiesa: "Soy un ‘freak’ en todos los lugares a los que voy. No encajo en la escena independiente, no encajo en la escena de Hollywood, así que soy un cabrón raro y gordo. ¿Y te digo algo? planeo seguir así porque hay algo que se debe decir". Posiblemente el reconocimiento definitivo a todo su talento le llegue de la mano de su último trabajo: "La forma del agua" (The Shape of Water, 2017)... un trabajo que hasta la fecha le está reportando numerosos premios y nominaciones en los galardones más importantes del mundo del celuloide.
La premisa nos sitúa en la ciudad de Baltimore, Estados Unidos, a principios de la década de los sesenta... cuando la carrera militar y espacial se encuentra en su punto más álgido, debido a la Guerra Fría entre norteamericanos y soviéticos. Eliza, una mujer joven muda de nacimiento, trabaja como limpiadora en una instalación secreta del gobierno. Un día llega un extraño espécimen, mitad hombre mitad anfibio, del que cae perdidamente enamorada; sin embargo, el gobierno estadounidense y el verdadero monstruo que le da servicio quieren un futuro algo más negro para el pobre hombre-pez. Las piezas están colocadas en el tablero: damisela, héroe y monstruo, no necesariamente en el orden que uno pensaría; sí necesariamente en el que el mundo necesita.
Con "La forma del agua" Del Toro realiza su particular y sentido homenaje a "La mujer y el monstruo" (Creature from the Black Lagoon, 1954) el clásico de culto que nos regalara a mediados de los cincuenta Jack Arnold, responsable también de la excepcional "El increíble hombre menguante" (The Incredible Shrinking Man, 1957), conformando una historia de amor entre una mujer y el monstruo, algo similar a "La Bella y la Bestia" o a "King Kong", pero enfocado desde el especial prisma del cineasta mexicano. Una preciosa fábula que reúne la quintaesencia de su estilo, como es el amor por los monstruos y por el séptimo arte. Todo ello llevado con un virtuosismo y una plasticidad impresionantes, realizando un uso inteligente de la paleta de colores y texturas, los cuales adereza a la perfección con la maravillosa banda sonora de Alexandre Desplat y un reparto en estado de gracia, compuesto por una magnífica Sally Hawkins que encarna a Eliza, nuestra delicada damisela muda; Doug Jones, actor fetiche del director mexicano, que se mete en la piel de la caballerosa criatura; un notable Michael Shannon que perfila a Richard Strickland, el desagradable villano de la función, el verdadero monstruo de la historia; Michael Stuhlbarg que encarna al Dr. Robert Hoffstetler, que funciona como el contrapunto de Strickland; y Octavia Spencer y Richard Jenkins que dan vida a los mejores amigos de Eliza, una compañera de trabajo afroamericana y su vecino homosexual.
De Toro, con su particular cuento, atiza con dureza al sistema, a ese falso y prefabricado "american way of life" (3) del que los norteamericanos hacen gala... y lo hace a través del odioso personaje de Shannon, el llamado "hombre del futuro" con su idílica familia de cartón piedra. Un personaje violento y misógino que a medida que la cinta avanza se va pudriendo literalmente, del mismo modo que ese 'sueño americano'. También trata sobre el racismo y la tolerancia; pero sobretodo, es una deliciosa historia de amor entre dos seres, que incapaces de comunicarse con las palabras, lo hacen a través de la música. Sintetizando, una hermosa película que nos embriaga el corazón.
No se la pierdan!!!
LO MEJOR: Casi Todo: El virtuosismo que derrocha Del Toro, su impresionante plasticidad, la banda sonora de Desplat, los actores (sobretodo Hawkins y Shannon), el sentido homenaje al mundo del celuloide y la voraz crítica al 'american way of life'.
LO PEOR: Tratándose de un cuento para adultos, su guión (aunque efectivo) es un tanto previsible.PUNTUACIÓN: ★★★½
BIBLIOGRAFÍA:
(1) ECOTEUVE: Biografía Guillermo Del Toro.
(2) PIXENARIO: Una análisis diferente al universo cinematográfico de Guillermo del Toro. (Escrito por Génesis Leon)
(3) El American way of life, también llamado el American way, es un modo de vida idealizado que se basa en el atractivo que representan los Estados Unidos, la capacidad de progreso y las cualidades excepcionales de su población. Si deseas saber más sobre este estilo de vida americano, puedes hacerlo mediante el artículo escrito por Catherine Martinez para LIFEDER: ¿Qué es el American Way of Life? Características Más Destacadas.
Fuentes:
Cartel e imágenes obtenidos de la web Filmaffinity.
https://www.filmaffinity.com/es/main.html
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Si le ha gustado esta crítica, le invito a que escuches el programa 4x22 de nuestro podcast "El Perfil de Hitchcock", en el cual os hablo de esta fantástica película; asimismo, también comentamos la delirante y casposa cinta ochentera "Zombie nightmare", dentro de la sección Culto en la Noche y reseñamos el clásico western aventurero "El tesoro de Sierra Madre" de John Huston.... NO SE LO PIERDA!!!