Título: La nieta del señor Linh
Autor: Philippe Claudel
Ediciones Salamandra
ISBN: 978-84-9838-515-1
4ª Edición, febrero 2015
pvp: 6 € en Agapea
¿Quién dijo que hay que ser rebuscado en recursos lingüísticos para escribir una gran novela? Hay quien para describirnos una imagen busca palabras complicadas para presumir de culto, o recarga de adjetivos la escritura y de símiles los escenarios. Pues les voy a decir algo: no hace falta, no. Voy a hacer una prueba. Voy a abrir el libro por donde primero cuadre y voy a leer la página y os pondré algo. Ya está, página 88 (bonito número). A ver… Aquí está:“El anciano se siente raro. Detrás de la puerta de la habitación hay un espejo grande. Se mira y ve una marioneta con un largo vestido azul. La marioneta parece perdida dentro del vestido, cuyas mangas le ocultan las manos. Su cara es infinitamente triste.”
¡Vaya párrafo! Yo me imagino a Philippe terminando de escribir este párrafo y diciendo et voilà! “La marioneta”, esa es la palabra, esa es la clave. Si leen el libro verán por qué lo digo: La marioneta. Sólo una palabra y cuántas cosas dice. Pues bien, el libro está lleno de aciertos como este. Con muy pocos recursos, Philippe nos cuenta en poco más de cien páginas una gran historia. Juega con los contrastes: el viejo señor Linh, flacucho, encogido y arrugado, siempre con esa niña en brazos, que se hace amigo de Bark, grandullón, robusto y parlanchín que no para de fumar. Se hacen amigos y no se entienden entre ellos, ninguno sabe lo que el otro dice y sin embargo los dos son capaces de sentirse en el otro. ¿No es grande? Sin embargo, en la casa de acogida sí que está rodeado de otros como él, pero entre ellos no hay comunicación. ¿No es genial? Y lo que más me impresionó, la niña. Hagan el ejercicio que hice yo. Lean el libro hasta el final y busquen luego la primera imagen, esa primera vez en el libro en que aparece la niña, cuando el viejo Linh la coge en brazos, vuelvan a leer la escena, en el capítulo 1. No cuento nada más. Sólo recordarlo me pone la carne de gallina.
Philippe Claudel
Autor de la nieta del señor Linh
(imagen extraída de google images)
Más que novela, esta fábula que nos trae Philippe Claudel, nos habla del desarraigo, de cómo se siente alguien en un país extraño, sin entender el idioma, cargando en sus brazos el dolor del pasado. Pero también de la esperanza, de cómo por muy grande que sea el lugar, por mucha gente que haya en el camino, siempre puede que encuentres a alguien tan solitario como tú, y que de sentimiento a sentimiento casi no hace falta que haya palabras. Que una expresión o una intensión transmite más que una hora de cháchara, y que el vínculo que se crea entonces es infinito: Amistad pura, generosa. De eso y de otras cosas más habla la nieta del señor Linh. Lo demás lo tendrás que buscar tú. Lee y busca. Encontrarás.
Crítica: +Miguel Angel Brito