Esta primera parte del cierre de la saga The Hunger Games (Los juegos del Hambre), Sinsajo, continua con lo ocurrido al final de Catching Fire (En llamas). La pobre e ingenua Katniss Everdeen (Jeniffer Lawrence) empieza a vislumbrar que tras su rescate hay algo más que su propia liberación, el Sinsajo sigue vive pero exhalar un suspiro más en un mundo devastado y sometido tiene su precio. Katniss tendrá que ser el puño que proyecte los golpes que han planeado los rebeldes contra el capitolio, pero si hay algo que tiene el presidente Snow y de lo que carecen la presidenta Alma Coin (Julian Moore) y Plutarch Heavensbee (Phillip Seymour Hoffman) es la ausencia de principios morales, haciendo los golpes de éste cada vez más contundentes y letales.
Crítica de Los juegos del Hambre: Sinsajo Parte 1
Por Fernando Hernández
Hace aproximadamente diez años pude tener la oportunidad de dar unas cuantas clases de surf, es de esas experiencias que uno no suele hacer hasta que un buen amigo apasionado por esos mágicos tubos te convence a probarlo. Es curioso, porque cuando por fin consigues levantarte sobre la tabla, mientras el aire golpea tu cara se produce una experiencia mágica. Aunque durante el aprendizaje compruebas que muchas de esas olas que trae la marea jamás llegarán a romper.
En esta ocasión nos volvemos a encontrar en un escenario bastante parecido, situándonos al filo de abordar un mastodóntico elemento que nos golpea en su tercer envite. Y como la intensidad de cada estocada es mayor, el resultado en el espectador también crece de manera considerable. The Hunter Games ha ido progresivamente aumentado la intensidad del mensaje que pretendía hacer llegar al espectador, ya en la segunda entrega podíamos encontrarnos una mayor madurez narrativa y una intención más cristalina de lo que nos quería hacer llegar Francis Lawrence (I am Legend). Sinsajo continua por esa senda, hace al espectador más consciente de la realidad en la que se encuentran los personajes y volteando con un giro de ciento ochenta grados el foco de atención del hilo argumental.
Supongamos por un momento que la adaptación de esta serie de novelas tan exitosas es como la construcción de una catedral, si los cimientos de tan grandiosa estructura no soportan el armazón que ira encima, inevitablemente acabará cediendo. Con Sinsajo acaba ocurriendo algo parecido, pese a que a primera vista el concepto y la estructura están bien formados, el buqué que debería dejarte en el paladar acaba diluyéndose entre nuestras manos. Y esto no quita para que la cinta no sea una película entretenida, pero hace más por el “fan service” que por la búsqueda de plantar una semilla en la memoria del espectador, haciendo efímero el recuerdo perecedero que acaba quedando de lo que hemos visto en pantalla.
Por otro lado, me gustaría saber si la actriz que interpreta a Katniss Everdeen, es la misma Jeniffer Lawrence que nos deleitó en El lado bueno de las cosas o La gran estafa americana, porque realmente parece completamente otra actriz, dando una sensación de hastío y ganas de terminar con la franquicia, para poder tomar otra línea interpretativa. Con todo lo que pude criticar la aparición de Lenny Kravtiz en las dos primeras entregas, al menos en él si alcanzabas a ver esa pasión por el proyecto, que dista años luz con la apatía que muestran Lawrence y Julian Moore en pantalla. Al menos, para aquellos que todavía amamos las grandes interpretaciones, tenemos para nuestro deleite al grandísimo Donald Sutherland que a cada secuencia en pantalla hace más suyo al personaje del Presidente Snow. Y el problema es esto mismo, no podría imaginarme a otro actor interpretando a Snow, pero si podría imaginarme a otra actriz haciendo del Sinsajo. De Phillip Seymour Hoffman que decir, sobran las palabras para un actor que hace suyo cada personaje que interpreta, siempre estarás en nuestros recuerdos señor Hoffman.
“Señorita Everdeen, son las cosas que más queremos las que nos acaban destruyendo.” – Presidente Snow
Esta primera parte de Sinsajo es un cúmulo de buenas intenciones, todas ellas mucho más trabajadas y maduradas que en sus predecesoras entregas, pero como aquella ola que al final no consigue arrastrarte en la tabla, acaba siendo un pequeño movimiento de la marea. Puede que el cierre de la franquicia encuentre la manera de dar más cuerpo a todo este conjunto de grandes ideas.