Álvaro Moral García del blog
Filling the gaps se estrena con nosotros comentando la última película del maestro del thriller contemporáneo, David Fincher. Hablamos de Perdida, la esperada adaptación de este best seller estadounidense que como el libro, promete suspense y mucha intriga.Por Álvaro Moral García
Con Perdida (Gone Girl), vuelve el personaje rarito y un tanto egocéntrico de las mejores películas de David Fincher. Y por tanto vuelve esa sensación de difícil empatía con el protagonista (con el retrato de Mark Zuckerberg en La red social llegó a un punto de no retorno). Durante la primera mitad de Perdida, Nick Dunne (Ben Affleck), un marido hastiado al que aparentemente no le preocupa que hayan secuestrado a su frágil mujer, se ve envuelto en un mar de dudas que poco parecen importarle. Los cielos grises, los lugares azules oscuros y los espacios amplios siempre llenos de gente son un recurso que emplea David Fincher y uno de sus habituales directores de fotografía (Jeff Cronenweth) para contagiarnos de pistas falsas. Entre tanto, la historia creada por Guilliam Flyn, cuenta la vida previa de la desaparecida Amy Dunne (Rosemund Pike) a través de su diario. Si él se ha convertido en un ser frío ella era la chica Ms. Wonderful pero con un futuro que no escondía más que desgracia.
"David Fincher es sinónimo de thriller de uno u otro modo. Su visión del cine como un juego es una de sus grandes bazas. Esconder y enrevesar la trama."
No deja de ser curioso como Fincher pese a tener una marca tan personal, nunca ha escrito sus guiones. Me parece una medida inteligente. Él es un genio de la imagen pero deja el trabajo duro de planificar las tramas y crear los personajes a otros. En este caso a la propia autora de la novela. Eso sí, suele confiar en el mismo director de fotografía Jeff Cronenweth (La red social, Millenium) y editor James Haygood (El club de la lucha). Como él mismo dijo en España en una reciente clase magistral: "un cineasta tiene que ser capaz de articular su intención y transmitirla al guionista, a los actores, a los técnicos, a la gente de mercadotecnia. […] No se trata de ser necio y empeñarse en una idea. El cine es un proceso colaborativo que cuesta millones; hay que lograr que todo el equipo trabaje en la misma dirección”.
Otro de los puntos fuertes de Perdida es la sátira de los medios de comunicación. No quiero ahondar en este punto por posibilidad de destripe pero digamos que ni Fincher ni Flyn parecen confiar demasiado en la buena fe periodística, sobre todo por la falta de información. Una crítica que es una patata caliente que queda en manos del espectador.
Lo mejor: Ben Affleck que en nada le veremos enmascarado de Batman y en Perdida logra una actualización siempre creíble. Y un detalle más cinéfilo: el uso de los fundidos entre una secuencia y otra.
Lo peor: Esa sensación de deja vu en la historia pero que Fincher adapta a su estilo hipnotizante.