Revista Rugby
Jorge ha leído "Placaje Alto" y ha tenido la amabilidad de mandarme una crítica. Muchas gracias Jorge. "Entra decidido y sin miedo en la veintidós de esta novela y sal de ella con puntos, aunque sea en la cabeza. Fija y pasa las hojas. ¡Por fin una novela sobre Rugby; sobre Rugby español! Necesitamos palabras, necesitamos ficción. Sí ficción, porque la realidad de nuestro Rugby es dura, áspera, casi coriácea en muchos de sus aspectos: deportivos, organizativos, formativos y de comunicación social. Por eso es necesaria, casi imprescindible la ficción de esta novela para tomar conciencia de que la realidad es tozuda y nos vence poniendo en evidencia nuestras carencias; pero, al final, la cerveza nos va a saber mejor a nosotros: los rugbiers, los aficionados; en definitiva los “frikis” de este hermoso y minoritario deporte en nuestro país. Me gusta esa mixtura que contiene la novela, esa mezcolanza que conjuga su trama dramática con informaciones básicas sobre el deporte oval, su historia, sus valores, tradiciones, liturgias y entresijos. Valoro especialmente los guiños literarios que asignan nombres de escritores y poetas a jugadores, así como las metáforas rugbísticas aplicables a la vida cotidiana. Léela, comprenderás que la vida te “dedica” placajes altos que quedan sin sanción, pero asimismo te reafirmarás en la certeza de que lo importante es levantarte rápido, erguirte sobre tus pies; (ya sabes que un jugador de Rugby en el suelo es poco menos que nada) para otear el horizonte y ver con alivio que llegan los apoyos; o bien que estás clamorosamente sólo, pero que debes actuar como decía el admirable poeta Ángel González: “sin esperanza, con convencimiento”. También me congratula la reflexión y el debate que recorre la novela relativa al riesgo-oportunidad que supone la introducción del profesionalismo en el deporte oval. Esa tensión no resuelta entre el romanticismo del Rugby amateur y la calidad, difusión y repercusión mediática del Rugby profesional; es decir: entre lo que se resiste a morir, y lo que todavía lucha por eclosionar. Sea como fuere; ¡qué gane el Rugby!, ¡más Rugby; por favor!"