El recurso de la cámara en mano es una técnica que ha revolucionado al mundo cinematográfico en los últimos tiempos. Dicha técnica, a mi modo de ver, lamentablemente ha dividido las aguas entre amor y odio casi por partes iguales. Hay muchos espectadores, entre los cuales me incluyo, que opinamos que este es un recurso muy valedero si se encuentra bien utilizado, ya que puede dar momentos realmente espectaculares (en tanto y en cuanto su uso no sea demasiado repetitivo como para provocar un hastío insoportable en el espectador). Otra porción de la gente, sin embargo, prefieren los planos más largos y sin demasiados temblequeos, por lo cual sin dudas terminarán escapando a cualquier película del Sr. Michael Bay y Cia.
Quizás Paul Greengrass haya establecido una nueva manera de manejar y mover frenéticamente la cámara de manera espectacular. Sus películas son un lujo en materia técnica, como ya lo comprobó con la segunda y tercera entrega de la saga de Bourne y con otras tantas películas recomendables, tales como “Vuelo 93” y “Domingo Sangriento”.
Pero adentrándonos más en la película que hoy comentaremos en el blog, los cineastas españoles Jaume Balagueró y Paco Plaza, nos brindaron allá por el 2007 una tremendamente buena cinta de suspenso y terror titulada “Rec”, que narraba las penurias que debía pasar una reportera de un programa de televisión en su recorrida nocturna, cuando ella misma y su camarógrafo quedaban encerrados con una pequeña dotación de bomberos en un edificio que guardaba una extraña infección que convertía a todo ser viviente en un posible zombie a cada minuto. Con una narración más que correcta, un muy buen apartado técnico y un suspenso increíblemente bien manejado en sus últimos 20 minutos, “Rec” se convirtió en todo un suceso de taquilla, el cual sin lugar a dudas merecía una digna continuación que acaba de llegar de la mano de los mismos directores de la cinta original, pero con algunos cambios muy recomendables que hacen que esta secuela sea a mi modo de ver infinitamente superior a la cinta original. “Rec 2”, transcurre con un espacio temporal de quince minutos de diferencia entre el final de la entrega original y el comienzo de esta secuela. Aquí, un grupo especial de Geos (con cámaras en sus cascos que serán la excusa para grabar toda la cinta) ingresarán al edificio en cuestión acompañados por un experto en sanidad, para lo que en principio será una misión de rutina en busca de sobrevivientes. Pero esta búsqueda pronto se convertirá en pesadilla cuando el grupo de comandos se encuentre con inesperados problemas de todo tipo.
En “Rec 2” tenemos, contrario a lo que siempre hubiera imaginado, sustanciales diferencias con la cinta original. No estoy hablando del sistema técnico de filmación, no. En ese sentido la película está filmada de la misma manera que se ha hecho en “Rec”. Sin embargo, sí hay un tremendo vuelco argumental que el guión nos ofrece con respecto a su antecesora. Quizás caiga muy bien en algunos espectadores, y quizás no tanto en otros, ya que lo que Balagueró y Plaza proponen aquí como continuación abre muchos caminos nuevos, pero ninguno parecido o similar a lo que se mostró en aquella cinta del año 2007. Lo que sí se muestra en este filme, es una narración con un muy buen pulso y un ritmo realmente espectacular (la hora y veinte de duración ayuda, y mucho), dado que los diálogos y diferentes situaciones del filme son realmente muy interesantes de seguir. Esto mismo permite que “Rec 2” sea una cinta totalmente recomendable de principio a fin, ya que las diferentes objeciones que uno pueda tener con respecto a este filme quedan totalmente al margen si se tiene en cuenta el real suspenso que se genera en muchísimas escenas de la película.
Ese suspenso es proporcionado en gran parte por lo bien que se maneja aquí el recurso de la cámara en mano. Escenas de lucha cuerpo a cuerpo, sangre esparcida por absolutamente todos lados, caídas por escaleras, escopetazos a rabiar, y todo aquello que cualquier fanático de este tipo de cine puede esperar. También vale aclarar que si bien el recurso de la cámara al hombro hace que la misma se mueva absolutamente hacia todos lados en todo momento, Balagueró y Plaza decidieron mostrar las escenas más terroríficas con unos primerísimos y cruentos planos. En definitiva, una muy buena dirección para una más que digna secuela cinematográfica.
No hay mucho más para agregar, por lo menos de mi parte. Sólo decir que pasé un momento muy agradable con el visionado de esta perfecta secuela que se merecía esa muy buena entrega original que significó “Rec” allá por el 2007. Superada en todos los rubros técnicos y narrativos, “Rec 2” es un entretenimiento cinematográfico garantizado para todos los seguidores de este tipo de cintas.
Calificación de la Película: Muy Buena.