Revista Opinión

Crítica de terminator: destino oscuro

Publicado el 18 diciembre 2019 por Carlosgu82

Hace poco se estrenaba en los cines TERMINATOR: DESTINO OSCURO. Una megaproducción que contaba con el retorno de Linda Hamilton como Sarah Connor después de su partida (al menos en la pantalla grande) desde la entrega número dos (para muchos, la más exitosa).

Pese a su notoria recaudación y sus efectos especiales impresionantes (hasta tres máquinas en pantalla, destacando a Grace), la película no termina de convencer a los más acérrimos de la saga. Para muchos, la crítica más genérica se basa en el uso de la acción como único recurso para atraer a aquellos que se podrían calificar como público más fiel.

Disparos, huidas… Un entorno nuevo en México (algunos no entienden la actuación de Gabriel Luna como principal amenaza) que no parece cuajar con ésa visión Tech-Noir de las primeras entregas (rodadas sobre todo de noche)…

Para mí, es una gran película, y el tiempo lo dirá (en cualquier caso). Tal vez coincida con algún crítico sobre la mala idea de <<suprimir>> a John Connor desde el principio (como si fuera un secundario de atrezzo, y no el eje central de toda la saga) y no darle un poco más de protagonismo (aunque sólo fuera para disparar en la cabeza al Rev-9). Pero, omitiendo esto, el resto de la cinta es soberbio.

Variedad de localizaciones; escenas de acción bien recreadas; tensión por saber el destino de Dani (Natalia Reyes)… Sobre todo, me ha gustado que hayan incluido a actores hispanoamericanos en una cinta de éste calibre, con los papeles que desempeñan. Aunque ya en la misma TERMINATOR 1 aparecían actores de ésta nacionalidad, en la sexta entrega copan el tiempo de visión (en coprotagonista y antagonista) de tal forma, que nos hacen creer que la amenaza de las máquinas robóticas no entiende (como está bien claro desde sus inicios), de lenguas o fronteras. Punto para ellos.

La agresiva actuación de Mackenzie Davis (Grace) nos indica que la omnipresencia de Sarah, a veces, no es suficiente como para detener un peligro de éste tipo. Sus movimientos espectaculares nos revelan la capacidad de éstas máquinas para adaptarse al contexto, sea cual sea su riesgo.

Y claro, no podemos olvidarnos del verdadero protagonista. Arnold vuelve (I´ll be back) a la escena como apoyo a Connor después de la desgracia que éste le causó en 1998. Aunque desempeña un papel aparentemente secundario, su sola presencia basta para confirmarnos que el Terminator ha regresado de su fábrica, consciente de su (otra) misión.

En definitiva. Una película de persecución y disparos. Una madre agobiada por la realidad de su presente. Varias máquinas en acción, dentro de cada escena. Un futuro aparentemente desalentador…

¿Más de lo mismo? No. Mucho mejor… La fórmula que nunca falló (ni fallará).

Terminator is back. Y ahora, más variado que nunca. Queda dicho.


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