Cuando True Detective encontró a Dallas
Nota: 8
Desde que se anunciase hace más de un año, The Affair ya apuntaba a convertirse en una de las propuestas mas contundentes para este principio de temporada, no por la fortuna de contar con un elenco de actores bastante notable, sino por tener a la conocida dramaturga Sarah Trem como máxima responsable de la propuesta junto con el realizador Hagai Levi. Y es que ambos coincidieron en la magnífica En Terapia, una joya de la HBO donde el juego radicaba en el conflicto interno de los personajes, que iba aflorando a medida que la dialéctica entre el terapeuta y el paciente iba progresando. Trem consiguió otorgar a los personajes una tridimensionalidad pocas veces vista, que iba progresando de la misma forma que la cebolla va despojándose de sus capas a fuego lento, hasta lograr que los personajes llegarán a la catarsis que toda terapia busca. Bajo este legado, y contando también con su participación en la tan de moda House of Cards, el dúo formado por Trem y Levi tenía en su poder una carta blanca para co-comandar uno de los proyectos mas prometedores del año para Showtime.
El realizador Mark Mylod, un viejo conocido de la televisión gracias a su paso por Juego de tronos, El Séquito o Shameless, lleva con gran soltura el piloto de 59 minutos de duración, otorgando a la serie una calma tensa en la que parecen estar naufragando los protagonistas. Una propuesta que resulta extremadamente interesante gracias al desarrollo narrativo que Trem propone y donde nuestra percepción como espectadores está influenciada por la memoria subjetiva de los protagonistas.
La historia comienza con Noah (Dominic West) partiendo de la ciudad para ir a pasar el verano a la mansión de un suegro de cuya sombra no puede escapar. Y es que Noah es un escritor cuya falta de éxito no le permite huir de las aulas de enseñanza públicas, aunque aún siga atrayendo a las mujeres a pesar de su cargante familia con cuatro hijos. A diferencia de Allison (Ruth Wilson), Noah parece feliz en su matrimonio. Ella, en cambio, parece un personaje más torturado con un matrimonio a la deriva fruto de la pérdida de su único hijo. Durante el piloto, a pesar de tener un cuarteto protagonista, parece que tanto Joshua Jackson –de cuya permanencia en TV nos alegramos después del alicaído final de Fringe- como Maura Tierney esperan entre bastidores hasta que el foco protagonista se cierna sobre ellos.
Lo realmente innovador de The Affair es el estilo narrativo de una historia que seguro se irá complicando y de la que tendremos que ir deduciendo qué hay de verdad o mentira en cada una de las distintas perspectivas de los protagonistas. Todo lo visto termina siendo un relato contado en primera persona por la pareja central como si del clásico flashback se tratase. No obstante, el desarrollo gana en matices al comprobar cómo la versión de Alison y de Noah distan en detalles que de momento son relativamente insignificantes pero que delatan las personalidades de ambos personajes. Lo fascinante es que tampoco podemos atenernos a que lo relatado sea verdad dado que aún desconocemos las líneas maestras de The Affair como para confiar en las versiones de la pareja protagonista. Así, Trem provoca que el espectador se encuentre en la misma tesitura que los interrogadores, creando un vínculo con el televidente sencillamente perfecto.
La memoria y nuestros recuerdos también son un ingrediente más en la obra de Trem, sobre todo conociendo cómo la dramaturga tiende al detalle a la hora de esbozar sus personajes. Y es que puede que estas desavenencias en las dos historias oculten o revelen más de lo que podamos intuir en un principio. Noah, por ejemplo, desde su perspectiva se muestra como un personaje más torturado y caballeresco, mientras que retrata a Alison practicamente como una golfa que se aprovecha de los hombres. Ella, en cambio, en el relato de su versión no intenta ocultar el placer que le provoca su capacidad de atracción sobre los hombres, aunque sí enfatiza su dolor como madre, dando una imagen distinta de las interacciones con Noah. La memoria, nuestro deseo de lo que hubiera sido y al final fue o nuestras debilidades pueden quedar pinceladas en este cuadro que nos plantea Trem y del que aún nos queda mucho por enmarcar.
En definitiva, nos encontramos ante uno de los relatos humanos más interesantes que nos podemos encontrar actualmente y que no solo juega el partido en el mundo de las emociones y sentimientos, sino que también tiene toques de cine negro con cliffhanger incluido. Desde luego, es una alegría ver de nuevo a Dominic West (el eterno Mcnulty en The Wire) en una serie ambiciosa, sin olvidar a Ruth Wilson, a quien muchos recordaremos por su papelazo de femme fatal en Luther. De momento, ambos intérpretes han sabido dar con los matices necesarios para configurar las diferentes versiones de Noah y Allison que nos encontraremos semana a semana, dependiendo desde qué tribuna veamos el partido. A la espera de la eclosión de los roles de Joshua Jackson y Maura Tierney, podemos ya afirmar que The Affair es uno de los mejores estrenos de la temporada, donde la miseria humana, el amor y el sexo se entremezclaran para dar paso a una serie prometedora.