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Crítica de TV: 'The Flash', el último superhéroe de la televisión

Publicado el 21 octubre 2014 por Lapalomitamecanica
Tán rápido como insatisfactorio
Crítica de TV: 'The Flash', el último superhéroe de la televisiónNota: 3
La fiebre por los héroes parece no tener fin. Si en la gran pantalla ya sufrimos una inundación de títulos de este género, en la pequeña todavía sigue siendo un nuevo filón que explotar. Smallville fue sin duda una de las precursoras en la televisión moderna, convirtiéndose en un absoluto éxito al combinar las andanzas del hombre de acero con su amorosa vida estudiantil y ese universo tan complejo que los americanos llaman “instituto”. La fallida The Cape, en cambio, intentó llevar a un superhéroe al género procedimental. Sin embargo, carecía de atractivo como para que el espectador decidiera seguirla semana a semana. Por su parte, Arrow puede que haya creado una verdadera génesis del género en la televisión, ya que a pesar de ser una serie que jamás entrará en ninguna ceremonia de premios respetable, no deja de reivindicarse como un producto pulp que es capaz de honrar la mitología del cómic en televisión. Tanto, que desde su trampolín nos llega The Flash, una propuesta que, a diferencia de la reciente y también fallida Gotham, apuesta por un acercamiento lo más clásico posible a la figura del héroe.
The Flash se presenta como la nueva versión de una serie que recordaremos de nuestros años de infancia con nostalgia y sin querer echar la vista atrás, no vaya a ser que se nos caiga el mito. Con los presupuestos que desde hace años maneja la televisión norteamericana, sólo era cuestión de tiempo que volviera el héroe rojizo de la forma más digna. No obstante, no tenemos claro si este nuevo acercamiento hace gala del tono que demanda la generación que ha crecido con la saga de El Caballero Oscuro. Visto el piloto, uno puede ya hacer conclusiones sobre qué se puede esperar de esta serie que sigue los patrones clásicos de cualquier procedimental y que, por desgracia, carece de cualquier originalidad argumental. El verdadero problema de estas nuevas propuestas es la falta de interés en esbozar un universo más rico en matices, ofreciendo como resultado un producto que sabe a viejo incluso durante el propio visionado.
Crítica de TV: 'The Flash', el último superhéroe de la televisión
En el piloto, que no se alarga más allá de cuarenta y un minutos, nos enseñan desde el origen del superhéroe – que también pudimos ver en la segunda temporada de Arrow– hasta un pequeño esbozo del universo Flash que veremos semana a semana. Para los más despistados, la serie se centra en el personaje de Barry Allen, un joven investigador policial que, desde su niñez, vive con el tormento de haber visto el asesinato de su madre en extrañas circunstancias, siendo su padre (interpretado por el Flash original, ) acusado injustamente. Debido al desastre en un experimento de los laboratorios S.T.A.R (Sin K al final) y su acelerador de partículas, se desata una tormenta que afectará a varias personas alcanzadas por rayos, entre los que se incluye Barry. Tras nueve meses en coma, despierta y descubre que la supervelocidad viene con abdominales incluidos. Sin embargo, no es el único con nuevas habilidades.  El piloto, que se filtró hace meses probablemente por la propia CW para testar el producto,  tiene un desarrollo lineal comenzando con el flashback de la muerte de la madre de Barry. Un principio muy similar al capítulo inaugural de Supernatural, donde la muerte de la progenitora abría el mayor enigma de la serie y probablemente uno de sus motores. Ya en la actualidad, nos presentan a un Barry Allen que no hace sino recordar en exceso al Peter Parker de Sam Raimi, es decir, a un calzonazos en potencia. No obstante, en lugar de fotógrafo, nos presentan a un meticuloso investigador que se sirve de ciertos elementos deductivos que recuerdan descaradamente a la venida a menos Sherlock.Aunque la faceta criminal es testimonial en el piloto, se trata de la única característica del personaje con algo de potencial. Así están las cosas.
Crítica de TV: 'The Flash', el último superhéroe de la televisión
Una vez tenemos a un Barry Allen convertido en Flash, su álter ego y todo lo que conforma la caracterización del personaje que le llevará a tomar el camino de la justicia, es cuando la serie llega a ser un auténtico despropósito, carente de conflicto alguno o desarrollo al menos del propio personaje y las motivaciones que le llevan a tomar esa decisión tan trascendental Pero tampoco podemos llevarnos las manos a la cabeza cuando desde el primer minuto la serie da la impresión de haber sido escrita por guionistas que cobran por palabra. Porque si ni hacemos mención al resto de personajes es porque, como viene siendo habitual en estos proyectos, todos los secundarios están esculpidos como si fueran vertidos por una máquina de montaje, reinando la clásica caracterización que no escapa del tópico más simplista.
El piloto de The Flash no deja de ser un burdo intento de colarnos otra producción adolescente  que combine la heroicidad con las clásicas tribulaciones juveniles de la que hace gala la mayor parte de la parrilla de la cadena The  CW. Todo esto, sumado con un héroe que tiene menos chispa que todo Andy sustituyendo a Michel Scott en la ya eterna The Office, nos da como resultado un producto de encefalograma plano, que ni siquiera nos sirve a modo de caricatura del género, como si hace Arrow, o como la versión happy meal del género, a lo Agentes de SHIELD. Por tanto, seáis o no seguidores de las andanzas de Oliver Queen, confiar en las peripecias del recién llegado Barry Allen parece a todas luces una pérdida de tiempo, y más con Daredevil ultimando su llegada a Netflix.

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