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Crítica: Del revés, de Pete Docter

Publicado el 16 julio 2015 por Reinfeld @reinfeld183
Crítica: Del revés, de Pete Docter
Mike, Sully y Boo. Carl, Russell y Doug. Estos son algunos de los personajes más famosos del universo Pixar -con permiso de Buddy y Buzz, claro- y tienen en común a Peter Docte, padre de estos personajes. Pues bien, el director y guionista vuelve con otro trío de personajes que quedarán incrustados en el recuerdo -y el corazón- de los espectadores: Alegría, Tristeza y Riley, protagonistas de 'Del revés'.
Crítica: Del revés, de Pete Docter
Tras ver 'Lava', cortometraje entrañable sobre el amor contado de una manera muy original, empieza 'Del revés'. Y desde el minuto cero el espectador sabe que está ante algo grande, una de las joyas de Pixar. La presentación de personajes es genial, con ese toque de humor y ternura que caracteriza a la productora. Y si eso es genial, cómo desarrollan las reglas con las emociones es aún mejor. En poco tiempo explican cómo funciona ese curioso mundo, pero en ningún momento se tiene la sensación de que te están explicando algo. Algo que me sorprendió -y supongo que al espectador le pasará lo mismo- es que baste con cinco emociones como son Alegría, Tristeza, Miedo, Asco e Ira para sentir que no falte ninguna otra emoción. Y esto es otro acierto del guionista, Michael Arndt, ya que, como él mismo dijo, habría complicado todo meter todas las emociones que una persona puede sentir siendo un personaje cada una. No olvidemos que el público objetivo de esta película es el infantil, a pesar de que los adultos podrán disfrutarla tanto o más que los niños gracias al maravilloso subtexto. Porque pocas películas pueden presumir de haber captado la esencia de lo que es madurar de una manera tan brillante y precisa. La construcción de los personajes -las emociones- es digno de mención, ya que consiguen que Alegría no se quede simplemente en ser alegre y punto. Y si las emociones están bien construidas, imaginad Riley, la protagonista humana. Es todas sus emociones y mucho más.
Crítica: Del revés, de Pete Docter
También hay que alabar el diseño de todo: desde los escenarios, llenos de detalles, a los personajes. Sobre todo las emociones, ya que encarnan visualmente lo que significan. Y esa piel con esa textura que no es pelo pero les hace parecer peluches achuchables no podría quedar mejor en pantalla. Pete Docter ha dirigido de manera sublime la nueva aventura de Pixar: la planificación es precisa y vistosa, y los actores que ponen voz a cada personaje están excelente. De actores habría que destacar, sin ningún tipo de duda, a Amy Poehler en el papel de Alegría. Amy da unos matices inocentones, cómicos, enérgicos y optimistas a su personaje que hacen que sea de lo más entrañable junto con Tristeza. Esta actriz es la única que podría haber interpretado a Alegría de manera tan efectiva, el porqué de elegir a Amy Poehler es que, además de ser una de las mejores comediantes de Estados Unidos, viene de hacer un personaje con una personalidad parecida en la serie 'Parks and Recreation', y si 'Del revés' no fuese una película de animación, pensaríamos que estamos ante Leslie Knope, su personaje en la serie. Y esto no es para nada malo, ya que es uno de los mejores personajes cómicos que ha dado la televisión. Tristeza, con la voz de Phyllis Smith, será el otro personaje del que nos enamoraremos perdidamente. Completan el reparto Bill Hader como Miedo, Lewis Black como Ira, Mindy Kaling como Asco y Kaitlyn Dias como la pequeña Riley, centro de las emociones. Michael Giacchino se vuelve a unir a Pete Docter para traernos una banda sonora que, como siempre, da gusto escuchar. Si hubiese que decir algo malo de esta película es que al salir del cine querremos volver a verla, y los  niños pedirán a sus padres que le compren todo lo que haya en el mercado de Alegría, Tristeza, Miedo, Asco e Ira.
'Del revés' es la nueva gran película de Pixar, la que hará que los fans recuperen la confianza en esta genial productora. Tanto si tienes hijos como si no, es una película de visionado obligatorio para recordar cómo es eso de madurar y no olvidarnos de lo difícil que puede llegar a ser cuando las emociones se descontrolan.

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