Crítica dragonball evolution (2009), por albert graells

"Dragonball evolution", dirigida por James Wong ("Destino final 1 y 3", "El único"), es una tomadura de pelo y un insulto a la inteligencia del espectador en general y a los fans de “Dragon Ball” en particular, es una repugnante metástasis cinematográfica a la que no vacilo en calificar como crimen contra la humanidad.
La película no dura 75 minutos, aunque preferiría pasar 75 años en un campo de concentración del régimen chino. Los directivos de la twenty century fox lo que hicieron, básicamente, fue cogernos a todos los fans de “Dragon Ball” y hacernos esto:

Los actores realizan unas interpretaciones con las que, sencillamente, no se les podría considerar actores; payasos tal vez, quizá bufones. Duele mucho ver a Chow Yun-Fat actuar tan mal, hacer una interpretación tan patética. Pero los actores no tienen toda la culpa, no pueden hacer milagros con un guión esperpéntico. El guión es más malo que Stalin, Pol Pot y Ceaucescu juntos. El guión es tan mediocre que a su lado el guión de "Mentiras y gordas" es una obra de William Shekaspeare, pero no es excusa para que los actores no trataran de compensar el nulo talento literario de unos guionistas que por fuerza deben ser maltratadores, alcohólicos, yonkis o directivos de la twenty century fox.
Todo el argumento de la película es un descomunal disparate, porque básicamente cogen la serie de “Dragon Ball” y hacen con ella lo que con el papel higiénico, limpiarse el culo. Todo, absolutamente todo en la película está mal, peor y más mal peor aún. Son tantísimas las cosas de la serie y el manga que la película profana que enumerarlas sería psicológicamente agotador, acabaría por coger depresión, daría para varías tesis doctorales de psiquiatría.
Técnicamente la película es lamentablemente peor. Antes del estreno Fox dijo que se habían gastado 100 millones de dólares en la película, y luego nos tuvimos que enterar que en realidad sólo se gastaron… ¡30 millones! ¡¿A qué engendro mental se le ocurrió que una adaptación de “Dragon Ball” tuviera un presupuesto menor que el de “Crepúsculo”?! ¡Se gastan 110 millones de dólares en “Los pitufos se pitufonean a la pitufina 2, ahora en París 3D”, y sólo se gastaron 30 millones en “Dragon Ball”! Ahora que están preparando un live-action de “Dora la exploradora” seguro que pondrán 250 millones de dólares, y cuando hagan la adaptación de “Evangelion” a lo mejor ponen veinte. Que el estudio mintiera sobre el presupuesto diciendo a los fans que se habían gastado más del triple de lo que verdaderamente se gastaron ya es prueba suficiente para constatar que a los directivos del estudio se la sudaban los fans de la serie y el manga. Cogieron el material de “Dragon Ball”, y en vez de hacer una adaptación para los fans hicieron una adaptación para los peques que ven los teletubies ¡Los críos de cinco años no iban a ir al cine a ver “Dragon Ball”! ¡La iban a ver los fans! ¡Encima los directivos del estudio contrataron para hacer la adaptación a un tío que jamás en su vida había visto un solo capítulo de la serie y no había leído el manga!

En la película Son Goku usa el Kame Hame Ha para encender y apagar velas, en serio.

La transición entre escenas es un caos, no hay narrativa, no hay buen tratamiento de la trama, el montaje parece el de una sit-com infantil de Disney Channell. Los efectos especiales son tan cutres como los añadidos que hizo George Lucas para la edición veinte aniversario de "Star Wars", son de serie B tirando a Z. "Dragonball Evolution" adapta más aspectos de “Street Fighter”, "Lara Croft", "El señor de los anillos", "Crepúsculo" y "Matrix" que no de "Dragon Ball", y lo poco que adapta de la mítica serie anime lo adapta mal, peor y más mal peor aún.
En conclusión: Éste mundo es injusto. Imputan al President de la Generalitat de Catalunya por hacer que los ciudadanos puedan votar y expresarse, y sin embargo los responsables de ésta excreción fílmica no han sido juzgados ni condenados por el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya.
Lo mejor: Que Fox no haya tenido el valor de hacer una secuela.
Lo peor: Que haya tenido el valor de hacer esto.
Mi calificación es:

No le pongo media estrella porque crea que se la merece, sino porque no puedo poner una puntuación menor.