Crítica dunkerque (2017) . por matías olmedo

Christopher Nolan convierte la derrota de las fuerzas aliadas en Dunkerque en un triunfo cinematográfico #Dunkirk #Dunkerque - Sin Spoilers
Sinopsis: En plena Segunda Guerra Mundial, cientos de miles de británicos y tropas aliadas se encuentran rodeados por las fuerzas enemigas en la ciudad francesa de Dunkerque. Atrapados en la playa con el mar a sus espaldas, se enfrentan a una situación imposible mientras el ejército alemán se acerca.
Grandes cosas se ha dicho sobre el trabajo de Christopher Nolan, pero las palabras no alcanzan para hacer justicia a su último logro. Con Dunkirk ha allanado el camino para darle un nuevo significado al género bélico. Ese género para el que la mayoría es sinónimo de agotamiento, combate, sangre, y política. En lugar de lo predecible, el cineasta abraza una narración que rompe caminos sistemática e impecablemente, inyectando la consternación y el horror de la guerra en las venas de su audiencia. No le hace falta entrar en la política detrás de las escenas de la ocasión ni personifica al enemigo más allá de las armas, solo elige concentrarse en los desafíos de una evacuación masiva. La guerra como estado final del caos. Sus consecuencias dañinas atormentan la pantalla de principio a fin.
La película trata sobre el lado más dramático de esta historia. Ya sabemos lo que pasó. Pero la película de Chris, lejos de ser un documental de la evacuación de 1940, puntualiza la derrota momentánea de las fuerzas aliadas. Al hacerlo, ha inmortalizado la perseverancia del espíritu humano en una situación REALMENTE difícil. El resultado es una obra maestra increíblemente sincera.
Nolan divide brillantemente la narración de la historia en tres partes de diferentes líneas de tiempo. Se centra en tres aspectos: tierra, mar y aire. Cada uno de ellos entrelazado, pero también cada uno se siente con su voz y con su brillo propio. Ambas son relatadas con la carga emocional y visual necesaria. Ese mar frío parece interminable desde el asiento de esa nave aérea; Las líneas de los hombres en la playa parecen increíblemente vanas; Ese barco parece pequeño entre las olas.
Además se invierte en situaciones más pequeñas que individualmente provocan compasión y empatía. Por ejemplo, el antagonismo entre los soldados británicos y franceses, ambos luchando la misma guerra.
Lo que les puede resultar bastante curioso es el dialogo reducido con el que se van a encontrar. Todos sabemos que este director coquetea con guiones que vuelan las cabezas. Acá todo es directo y al punto. No hay dificultar para comprender la historia. No pasa por contarte la de vida de cada personaje, sino que Nolan quiere que te pongas en sus pantalones, que experimentes, que lo vivas, que lo sufras.

Dunkirk no da respiro.
No menos importante, las actuaciones son realmente impecables y soberbias. Desde el veterano Rylance, Branagh, Hardy hasta el debutante Harry Styles (también ex-miembro de One Direction) se lucen y demuestran que son de primera categoría, trayendo la firme determinación y sinceridad de sus personajes
El espectáculo de Nolan es empujado hacia la mayor grandeza gracias a dos puntos. 1ro. La banda sonora estelar de su colaborador frecuente: Hanz Zimmer. La música de la película, ciertamente una digna protagonista, fluye y fluye con la acción en pantalla. La partitura, a menudo palpitante como un latido, alcanza un crescendo amplificando situaciones tensas. Nolan utiliza el cambio frecuente en las perspectivas y la banda sonora de Zimmer para mantener a sus espectadores en el borde de sus asientos. 2do. La asombrosa fotografía a cargo de Hoyte van Hoytema ufff para encuadrar. Ya vimos lo que hizo en Interstellar. La magnificencia de cada plano no hubiera sido posible sin un sujeto tan especial como Hoytema.
Yo tuve la oportunidad de verla en la pantalla más grande de Cinemark, y oh Dios! todo fue demasiado inmersivo y la intensidad volátil aumenta el volumen con frecuencia para recrear un clima implacable de bombas y balas. WOW.
Quedará en ustedes en decidir si Dunkirk es la mejor película de este increíble director. Yo no quiero compararla con otra. Siento que es única en su tipo. Este film pertenece a un cine experimental poco visto. Un cine que te pone a prueba, te nubla, emociona, aturde, y que te genera un sin fin de sensaciones realmente especiales. Una mirada cruda en primera persona que vale la pena vivir, en el mejor sentido de la palabra.
Demos las gracias a este hombre, por compartir su talento y entregarnos un estilo de cine único e incomparable.
Mi calificación es: