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Ficha técnica | Título: El Espejo de los Otros. Director: Marcos Carnevale. Guion: Marcos Carnevale. Reparto: Oscar Martínez, Norma Aleandro, Julieta Díaz, Leticia Brédice, Ana Fontán, Graciela Borges, Alfredo Casero, María Socas. Género: Drama, Comedia. Duración: 119 minutos. Año: 2015. País: Argentina. Fotografía: Horacio Maira. Música: Gipsy Bonafina. Productora: Varsovia Films, Millecento, Miracine, Telefé, AZ Films, HD Argentina. Distribuidora: Sherlock Films.
Hay sitios con cierta magia de los que todo el mundo acaba hablando, aunque pocos tengan el gusto de conocerlo. En Buenos Aires, lo que parecían simples ruinas de una catedral gótica, albergan un singular restaurante llamado Cenáculo que tiene una sola mesa. Cada noche, una última cena, donde no solo se va a disfrutar de su buena comida. Los comensales se sientan en la mesa para saborear el vino y la buena música, en un momento muy importante en sus vidas.
Aunque ahora ya llevo un tiempo escribiendo sobre cine, hay algo que siempre he llevado con peor tino o habilidad. Sigo sin poder manejar bien la situación cuando debo criticar una película que me ha gustado, y no sé exactamente por qué. Y esta producción argentina es un claro ejemplo.
Dirigida por Marcos Carnevale, que ya lleva a sus espaldas –contando ésta- siete direcciones, tristemente es la primera vez que veo algo a sus mandos. Pero este caso, me parece digno de alago, pues para mí está muy conseguida en todos los aspectos. A pesar de su duración, en ningún momento se me hizo larga, las distintas historias me llegaban con buena narración a pesar de ser breves, y la película en conjunto transmitía esfuerzo y consecución de intenciones; yo al menos estaría orgulloso de lo logrado si hubiera trabajado en esto. Y el mérito también recae en el guionista, que curiosamente es de nuevo Marcos Carnevale. De mi parte un aplauso a su labor en un filme que se sostiene claramente en su argumento y construcción. Tiene aquel toque especial –tan genial y tan maldito- de algunas historias que la primera vez que las disfrutas consiguen algo único, pero solo la primera ocasión.
Y a pesar de ser un inabarcable número de intérpretes, el reparto es otra de las victorias de “El Espejo de los Otros”. No puedo alargar tanto la crítica como para valorar cada personaje, pero desde los protagonistas como Pepe Cibrián y Graciela Borges, o los clientes del restaurante como Alfredo Casero y Norma Aleandro, resultan maravillosos y encarnan con una vida su papel que convierte la peli en algo íntimo, divertido y dramático a pesar de ser extravagante y arriesgada.
Visualmente también es poderosa, los planos la catedral destrozada, el escenario principal y el juego entre iluminación y colores asombra, sumando el hecho de que (probablemente) el presupuesto no debe haber sido cuantioso como para hacerlo con comodidad. Y la música, introducida en el propio transcurso de la historia a través de la banda del restaurante, consigue asimismo acompañar positivamente el buen hacer de la trama.
Si tengo que poner algún pero (que en ningún momento defiendo que estemos ante una obra maestra, simplemente me gustó) es que, sin saber la razón, el final me estropeó en parte todo lo demás. Quizá se trate de una percepción personal, o realmente no esté muy bien jugado. En definitiva, si hay que buscar mucho los contras, vale la pena jugársela con el producto.
Poco más tengo que decir, estamos ante una de esas cosas que tiene que experimentar uno mismo, y que probablemente ninguno de los que la veáis estéis de acuerdo conmigo, ya os guste o no. Lo que está claro es que se merece esa oportunidad, aunque no sea un blockbuster ni una historia cualquiera de las grandes industrias estadounidenses. Una pequeña obra cocinada en Argentina que va genial como soplo de aire fresco, y que consigue mejorar un recuerdo que en taquilla veraniega no suele quedar como inolvidable. Como siempre, mi nota contextualizada para cada peli individualmente, es de 8’65/10 en este caso. Si tenéis la ocasión de acercaros a algún cine en vuestra ciudad dónde os ofrezcan disfrutar del “Espejo de los Otros”, no dudéis en arriesgaros. Apoyar este tipo de proyectos es necesario, y aunque sigan llegándonos con un retraso importante, está en nuestra mano cambiarlo, y no tragarnos cualquier bodrio por el simple hecho de proceder de otro sitio en particular.
Crítica: Dani Pereira