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Crítica: El Hobbit: La desolación de Smaug de Peter Jackson

Publicado el 16 diciembre 2013 por Reinfeld @reinfeld183

Crítica: El Hobbit: La desolación de Smaug de Peter Jackson
Crítica: El Hobbit: La desolación de Smaug de Peter Jackson
Llegan las navidades y con ellas la nueva película de Peter Jackson con esta segunda entrega en la que nos narra las aventuras de Bilbo Bolsón en el Hobbit. Hay que tener en cuenta que aunque el escenario y algunos personajes sean los mismos que en El señor de los anillos los planteamientos de las dos historias son completamente diferentes. El Hobbit no deja de ser un cuento para niños y se nota tanto en la historia como en la actitud de algunos de los personajes protagonistas que va a un público más infantil. Si recordamos la primera película estrenada el año pasado, casi toda la primera hora era casi todo el tiempo con los enanos haciendo el gamberro. En esta segunda parte se les ve más comedidos, pero está lejos de la épica de la anterior trilogía. La primera historia al ser una introducción no llegaba a entrar demasiado en la historia y servía sobre todo como presentación de los personajes y el marco de la historia en la que se mueven estos; la pérdida de las tierras por parte de los enanos y su intento por recuperarlas enfrentándose al dragón Smaug al que tan sólo vemos al final junto con su maravilloso tesoro de monedas y joyas. Como en El señor de los anillos un grupo variopinto de personajes se juntan para una importante misión que los llevará por grandes aventuras. Aquí el director ya nos mete de lleno en la acción con una breve introducción en la que se nos desvelan ciertos detalles del viaje de reconquista que se nos habían ocultado como el motivo de que sea este el momento de que Thorin decida recuperar el trono perdido por su padre.
Crítica: El Hobbit: La desolación de Smaug de Peter Jackson
Una de las sorpresas que nos había dejado el inicio de la aventura fue la aparición del anillo único y el cambio que se inicia en Bilbo Bolsón, de un apacible Hobbit que vive sin preocupaciones en la comarca a alguien más valiente pero con un lado oscuro a causa de ese gran poder que no es capaz de controlar. Ya veíamos en el señor de los anillos la influencia maligna que tiene sobre Bilbao cuando su sobrino Frodo se lo enseña. En esta historia ya veíamos como el pequeño Hobbit va tomando mayor importancia y cómo, con la marcha precipitada de Gandalf, se convierte prácticamente en el líder del grupo y el que va marcando el camino. Hay más acción aunque el hecho de que dure tres horas hace que haya momentosS en los que meta demasiado relleno, la historia no da para tanto y se nota. Cualquier director resolvería ciertas escenas con mayor agilidad y hay algún momento en los que se hace algo pesada, cierto que muchos menos que en su antecesora. Se nota que a Peter Jackson le gusta mucho estar en la tierra media y en el fondo es lo que los fans de la saga quieren, muchos estarán esperando la edición ampliada para ver más de estas aventuras. La parte en la que están en la ciudad y la forma que tienen de huir del gobernador así como la llegada a la montaña y las dificultades que se les plantean para entrar deberían durar menos e ir a lo más importante. Esta adaptación de una novela es todo lo contrario a como se plantearon las adaptaciones de las novelas de Harry Potter en las que con todas las tramas y personajes que contaban solían escoger las menos interesantes y quedaba todo muy descafeinado de tal forma que si no habías leído las novelas no te enterabas de la mitad de lo que pasaba en la pantalla. Quizás aquí se peca de todo lo contrario, de contar todo lo que pasa en el libro.
Crítica: El Hobbit: La desolación de Smaug de Peter Jackson
Lo que más me interesaba de esta película era ver el personaje de Evangeline Lily, la inolvidable Kate de Perdidos, como Elfa que tiene enamorado a Legolas así como ese temible dragón al que cede voz y gestos el actor de la temporada Benedict Cumberbatch. En ese sentido me he quedado bastante satisfecho. La película termina en un momento bastante álgido de la historia. También me parece interesante que nos vaya introduciendo parte de la trama que ya vimos en su anterior trilogía y unir ambas historias. El Hobbit no deja de ser una película pensada para los fans del señor de los anillos y del universo creado por Tolkien aunque la megalomanía de su director y el querer hacerlo todo a lo grande hace que haya mucha gente sienta pereza al enfrentarse a una historia como esta. Es agradable volver a la tierra media con todos los reinos y con unos personajes como el mago Gandalf que nos traen buenos recuerdos. Ahora ya sólo falta un año para ver el desenlace y ver cómo Bilbo vuelve a la comarca a seguir su vida tranquila y feliz.


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