Crítica el legado de bourne (2012), por albert graells

Sinopsis: El agente Aaron Cross es un producto del eficiente programa Outcome. Este programa diseña y entrena agentes cuya función consiste en actuar en solitario en misiones de alto riesgo. Sin embargo, en el momento en que la historia del agente Bourne está a punto de salir a la luz, los altos mandos de la agencia deciden tomar una solución drástica al respecto.
"El legado de Bourne" no es un spin-off, ni una continuación; es una excusa. Simplemente es una manera de continuar con la saga Bourne para ganar más dinero. Los productores y el director y guionista, Tony Gilroy, no se preocuparon de transmitir una buena historia que interesase o que emocionase. La película tendría que haberse titulado "La consecuencia de Bourne", pues no da para más. Tony Gilroy hizo la película inventándose de la nada una trama paralela que pasa en el universo de Bourne, queriendo entrelazar la historia de la cuarta parte de la saga con el de la tercera, pero no termina de mojarse; el gran error del guión. Las apariciones de David Strathairn, Joan Allen, Albert Finney y Scott Glenn son gratuitas, son simples cameos aprovechados para entrelazar la cuarta película con su antecesora aunque muestre historias y personajes diferentes. El enlace se limita a ello, la historia se desarrolla por otras tramas que no tienen la fuerza de ser creíbles, ni la convicción de parecer verosímiles. Tony Gilroy habría hecho una mejor película de haber entrelazado la historia paralela con la de “El últimátum de Bourne” de forma más potencial, y no como una mera mención.
Aunque Jeremy Renner lo hace bien Matt Damon es mucho mejor actor, y su personaje, Aaron Cross, no despierta la misma comprensión y empatía que Jason Bourne.
Tony Gilroy puede ser un buen guionista, pero no era el director adecuado para dirigir esta película. La manera en que planifica las escenas, la acción, el ritmo, los planos... no es muy motivable, no es emocionante, no hay nada que llame la atención. Es una dirección impersonal, sosa, ni es buena ni es mala, resulta indiferente.

El montaje es peor que la dirección. El montador, John Gilroy, no se aclaró cuando montó la película, no se terminó de decidir o de definir, porque hace muy lenta la primera mitad de la película y se descontrola en la segunda mitad haciéndola más apresurada. El montaje resulta carente de emoción, resulta flojo y poco emotivo, no es creativo, no aporta nada. Sin duda el montaje no ayuda a una historia que a cada minuto se vuelve más fantástica y menos creíble, que es precisamente lo que hacía buenas las películas de Boune anteriores, su verosimilitud y su credibilidad a pesar de ser thrillers de acción.
La música compuesta por James Newton Howard resulta aburrida, no aporta nada, se nota que Howard la hizo sin ganas. Es un simple copia y pega de lo que ya hizo John Powell. Ya que la película mostraba una historia paralela y estaba protagonizada por otros personajes, Howard podría haber compuesto nuevos temas, podría haber creado un nuevo tema para Aaron Cross en vez de usar el mismo que se usó antes para Jason Bourne... no sé. La música resulta decepcionante.
Lo que vale la pena de "La consecuencia de Bourne" son las escenas de acción (seguro que dirigidas por el director de segunda unidad), que aunque no están a la altura de las escenas de acción de las anteriores entregas de la saga, están bastante bien, sobre todo la que sucede en casa de Rachel Weis. Rachel Weis es precisamente el otra fuerte de la película, y se superpone por encima de un Edward Norton que, aunque lo hace bien, no termina de parecer que actúe con mucha motivación.
Todo el resto de la película resulta plano e irrelevante. La historia termina por ser poco creíble, poco verosímil y poco emocionante.
"La consecuencia de Bourne" es la entrega más floja y menos interesante de la saga.
Mi califiación es: