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Crítica: El pájaro loco (2017) Dir. Alex Zamm

Publicado el 01 febrero 2018 por Proyectorf @Proyectorfant

Shawn Macdonald (Voz: Eric Bauza) Título original: Woody Wood Año: 2017 Duración: 84 min. País: Estados Unidos Dirección: Alex Zamm Guion: Alex Zamm, William Robertson (Personaje: Walter Lantz, Ben Hardaway. Fotografía: Barry Donlevy Reparto: Thaila Ayala, Timothy Omundson, Graham Verchere, Jordana Largy, Scott McNeil, Adrian Glynn McMorran, Chelsea Miller, Jakob Davies, Sean Tyson, Fecha de estreno: 1 de febrero de 2018

Demasiado loco para ser bueno

Lance Walters ( Timothy Omundson) es un abogado divorciado que decide irse a vivir con su hijo y su nueva novia a una casa de ensueño en un bosque situado en las montañas. Sin embargo, allí descubrirá que para construir su hogar deberá cortar un árbol en el que vive un pájaro carpintero, con él empezará una guerra para decidir quién se quedará con el lugar.

Alex Zamm es un director especialista en producir películas para toda la familia como Un chihuahua de Beverly Hills 2 (2011) y Hada por accidente 2 (2012) entre muchas otras más, aunque ninguna de ellas haya obtenido buenas repercusiones desde la crítica. Sin embargo, Zamm fue el encargado de llevar a la pantalla la película live-action del dibujo animado creado por Walter Lantz y diseñado por Ben Hardawa a finales de los años treinta.

El pájaro carpintero, un animal hiperquinético, extrovertido y desinhibido, abruma a los visitante con bromas, chistes y gags para que no profanen su hogar, proponiendo de manera muy sutil y superficial la defensa de los animales y el medio ambiente. ¿Superficial? Sí, porque más adelante accede a cambio de un soborno alimenticio, aceptando el daño al lugar donde vive sin medir las consecuencias ecológicas.

Crítica: El pájaro loco (2017) Dir. Alex Zamm

El pájaro loco es una película familiar, sencilla y con personajes que bordean -o sobrepasan en la mayoría de los casos- la estupidez: en sus acciones, diálogos y reproches entre ellos. Los estereotipos y clichés se cumplen de principio a fin sin la posibilidad de indagar de una forma más profunda en las motivaciones y personalidades de los personajes. El argumento no presenta ninguna vuelta de tuerca que genera impacto o ya que cuenta con un argumento lineal y carente de contenido y matices.

En la dirección por resaltar al emblemático personaje, Zamm no coordina de manera fluida y natural los planos para resaltar la personalidad abrumadora del ave. Sin embargo, el único aliciente original - y no tanto- destacado es el recurso de romper la cuarta pared e integrar al público a las locuras y ocurrencias del carpintero. Allí es donde ocurren los grandes chistes, las acotaciones y complicidad del personaje con el público, apoyado con diálogos muy ocurrentes y eficaces.

La animación y coordinación de los actores junto al CGI para recrear al pájaro no es la mejor, ya que en varias ocasiones se percibe falta de detalles a pulir o un tiempo más de post-producción para solventar dichos problemas. Por otra parte, tal vez ésto no fue tomado en cuenta debido a que se dirige a un público infantil, que no toma demasiado reparo en estas cuestiones mientras se logre su principal función: entretener y divertir.

Basándose en esas acciones, El pájaro loco cumple su cometido aunque exponiendo un producto de baja calidad argumental, actoral y mínimamente aceptable en su guión.

Por Alan Schenone


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