Título: El ruido de las cosas al caer
Autor; Juan Gabriel Vásquez
Editorial: Alfaguara
ISBN: 9788420475073
Páginas: 272
El autor, colombiano de nacimiento, premiado en infinidad de ocasiones, nos mete de lleno en un tema que ha sido y es de gravísima importancia para su país: el narcotráfico.
La crónica de la caza televisiva de un hipopótamo escapado del zoológico que Pablo Escobar mantenía en su finca, nos hará conocer al protagonista de la novela: Antonio Yammara, joven abogado y profesor universitario. A partir de este momento, Yammara narrará en primera persona sus encuentros con Ricardo Laverde, el gran protagonista de este thriller, un hombre más mayor que él, con quien entabla una cierta relación en unos billares de Bogotá. Un hombre que ha pasado más de veinte años en la cárcel por algún motivo que no se revela hasta bien entrada la novela. Sabemos que Laverde espera la visita de su esposa que llega de los Estados Unidos. Elena Fritts, dice que se llama. Sin llegar jamás a la amistad, Laverde le confiesa que fue “piloto de cosas que se pilotan” y la intriga por saber qué fue de su pasado, por qué intenta recuperar lo que se quedó atrás comienza a inquietar a Yammara que llega a la conclusión de que “este hombre no ha sido siempre este hombre. Este hombre era otro hombre antes”
Un atentado que acaba con la vida de Laverde y deja al borde de la muerte a Antonio Yammara le hará conocer el miedo en el más amplio sentido. Yammara nunca volverá a ser el mismo. El miedo se le pega a la piel y será el que marque su existencia. Miedo a la oscuridad, miedo a la soledad, miedo a los ruidos. Obsesionado por la necesidad de respuestas, comienza a investigar la vida de Laverde. Su investigación tomará el rumbo definitivo al recibir una llamada de Maya, la hija de Elena Fritts y Laverde. Ambos irán descubriendo a través de escritos, cartas, documentos y los recuerdos de Maya, la verdad de la vida de Laverde, quién era y qué le llevó a la cárcel. Maya le explicará qué hacía Elena Fritts en Colombia como voluntaria en los Cuerpos de Paz, encargados de la cooperación para promover la paz y la amistad entre Estados Unidos y Colombia. En las conversaciones entre Yammara y Maya aparecerá el factor determinante de la vida de Colombia en las últimas décadas: el narcotráfico y cómo afectó a una gran parte de la población. No se libró Laverde en caer en las redes, volando como aviador profesional entre su país y la zona del Caribe hasta que el negocio de la droga se hizo tan inmenso que acabó con él. Será difícil averiguar quién fue realmente Ricardo Laverde porque como dice Maya “lo más triste que puede pasarle a una persona es tener recuerdos de mentira” recuerdos basados en la imagen que Elena Fritts creó para ella.
Creo que el autor pretende en primera instancia narrar la oscura historia del nacimiento del narcotráfico y las complejas relaciones de sus personajes sin llegar a un desenlace, excepto si nos referimos al fracaso vital de todos ellos, con un estilo aparentemente sencillo, sin deslumbramientos, aunque sin carecer de momentos líricos excepcionales.
La novela nos lleva a través de una amistad que quedó arruinada por culpa de un atentado, de dos historias de amor desdichadas contadas en períodos distintos, yendo hacia delante y atrás en el tiempo y de la obsesión de un hombre por encontrar el sentido a un hecho desgraciado que marcó su vida y la de su generación. Es muy destacable la profundidad psicológica de los personajes. El de Antonio Yammara, su obsesión por encima de cualquier otra atadura está reflejado con una gran fuerza. Así como el de Maya, la hija de Laverde.
El ruido de las cosas al caer es una novela que habla del miedo, el personal y el colectivo de todo un país, siempre a merced del sinsentido de los atentados, de los asesinatos de políticos a manos de la brutalidad del narcotráfico, que resume la historia de las últimas décadas de Colombia. Juan Gabriel Vasquez reconstruye en esta novela los primeros años del gran negocio de la droga, la historia de las personas que se vieron afectadas bien por los atentados, bien por la ambición de la riqueza y la falta de escrúpulos. Nos narra lo que es el miedo como sentimiento universal y humano: miedo al timbre del teléfono, a la sombra de las luces, a cualquier sonido que provoque el espanto del recuerdo y a la falta de control sobre la propia vida. Todo ello narrado con una potencia magistral.
El título, por un lado, hace referencia a los aviones: la avioneta que adornaba la entrada a la hacienda de Pablo Escobar y con la cual se hizo millonario; en el avión de pasajeros que hizo explotar Escobar en un intento de matar a César Gaviria; en la soberbia del piloto que causa el accidente durante la exhibición aérea de Santa Ana en 1938; y en el Cessna de Laverde, en el cual hace su recorrido llevando la droga desde Colombia hasta Miami. Caídas que producen un ruido espantoso. Y, por otro, de manera metafórica a la vida en sí misma, a la caída de la gente y de los sueños en un país dominado por el negocio de la droga.
La novela se lee con mucho interés, quizás, por ponerle una pega, decae o se paraliza ligeramente en las páginas donde se narran las relaciones entre Aura y Antonio Yammara y las dificultades de éste para salir de la rutina del miedo.
Crítica +Elena Casero.