Revista Cine
Llega a los cines esta película con la que finalizó el pasado festival de cine on line Atlántida Film Fest que nos cuenta la vida de una pareja de delincuentes en Texas en los años 70, una historia de amor trágica que nos puede recordar a la película de 1967 de Arthur Penn. Ambas películas tienen tan sólo en común el planteamiento porque el desarrollo es completamente distinto. Mientras que en Bonnie and Clyde seguíamos toda la trayectoria criminal y personal de pareja, en esta han optado por dejar a un lado lo que son los robos y centrarse en la parte más afectiva y personal de estos dos personajes. No nos cuenta por qué han optado por ese camino de delincuencia ni lo busca justificar, simplemente son las circunstancias en la que se mueven y que hace que como pareja no puedan estar juntos ya que él está en prisión por algo que ha hecho ella. Creo que esta es una aceptada opción ya que películas de acción hay muchas pero que se nos muestre de esta forma el sufrimiento, pero también esos momentos de intima felicidad pocas. No se les convierte en héroes pero tampoco en monstruos sin sentimientos que se dedican a asaltar y quedarse con todo lo que no es suyo. Se ha buscado que veamos más allá de lo que la sociedad (e incluso nosotros mismos) vemos, ir más allá de las apariencias y dar una imagen más completa de estos personajes. Mostrarnos que más allá de lo que hacen para ganarse la vida, por muy reprochable que pueda ser, ya están pagando por ello, son personas que aman, que sufren y que sienten. Ellos son el eje de la historia, su vida y su tragedia personal. Soy un gran admirador de Bonnie and Clyde , la película se entiende, pero he de decir que es en la parte en la que se les muestra más allá de los golpes y robos que dieron donde gana la historia como al principio cuando se conocen y ese final tan perfectamente rodado donde siendo conscientes de que todo va a terminar se lanzan una última mirada de amor.
El estilo de la película no es el realismo y busca una belleza formal que está basado en una gran fotografía de Bradford Young convirtiendo la pantalla en un lienzo en donde los planos son unos hermosos cuadros. Ya sólo por su trabajo está más que amortizada la entrada de cine. Personalmente no creo que tenga que ver esta película nada que ver con el cine de Terrence Malick cuyas películas tienen una mayor carga de reflexión y de tesis de una serie de ideas sin olvidar una parte estética que quizás es el lo que nos pueda recordar. En una película como esta es importante que haya unos buenos actores pues son los que sustentan gran parte del peso de la película y hay que decir la acertada elección Rooney Mara y Casey Affleck como pareja protagonista al que yo añadiría a Ben Foster que interpreta a un miembro de la ley que se dedica a cuidar de la chica y que es uno de los policías que sale herido en el momento en el que son detenidos. Tres grandes interpretaciones que hacen grande una pequeña historia.
Sin duda En un lugar sin ley es una gran película que con mucho cuidado y sin grandes pretensiones convierte a una pareja de ladrones en unos amantes trágicos por los que sentimos pena y quizás algo de simpatía. Película muy recomendable.