Revista Cine
De los productores de Ice Age y Río llega Epic, su nuevo largometraje. Lo primero que me gustaría advertir es que estamos ante una película para niños sin pretensiones de más, así que no os sorprendáis por la simpleza de su guión. Todos los personajes son típicos hasta decir basta -la adolescente rebelde, el soldado pasota, el soldado más que entregado, el malo malísimo- pero tampoco hace falta más ya que la historia funciona con estos arquetipos. Otro punto relativamente negativo es que desde el principio te hueles el final. Y digo relativamente porque lo que importa es lo que pasa durante toda la película. Algo muy bueno es la cantidad de detalles que te sacan una sonrisa -en algunos casos incluso una carcajada-, ya que se ha puesto mucha atención a esos puntos de humor.
La animación, sin ser nada novedoso, sorprende por lo detallado del bosque. Pero lo mejor, sin duda, es el diseño de los personajes: cada uno tiene algo que le hace único, y no un rasgo tonto como el color de la ropa, no. Tenemos al padre de M.K., la protagonista, que es el típico científico loco obsesionado; él lleva un casco con multitud de funciones -lentes de aumento, una cámara-. También está el malo malísimo, Mandrake, con su abrigo de murciélago y su bastón. Destacar los personajes secundarios, ya que son incluso más originales que los protagonistas. Estos llevan todo tipo de adornos y detalles que hacen que queramos verles más. Una de las cosas que más me ha gustado ha sido la fotografía, preciosa en algunas escenas.
Los actores de doblaje -Amanda Seyfried, Colin Farrel y Christoph Waltz- lo hacen muy bien, sorprendiendo Amanda Seyfried. Los dobladores de los personajes secundarios son de lujo: Beyoncé y Pitbull -que no lo hace nada mal, ¿eh?- por poner un ejemplo. Nada mal las interpretaciones.
Mención aparte merece la banda sonora de Dannny Elfman, muy en su línea -para lo bueno y para lo malo-.
Conclusión: si tienes hijos o eres muy muy fan de la ancimación, esta es tu película. Si no…