Tras la película de Darren Aranofsky "Noe", la Biblia vuelve a ser protagonista de una superproducción americana. Si bien el arca que pilotaba Russell Crowe naufragó entre la crítica, el relato sobre la liberación hebrea liderada por Moisés tiene un poco más de empaque gracias al oficio de su director Ridley Scott.
"Exodus: Dioses y Reyes" no destaca por su originalidad. De hecho, el desencuentro entre Ramses y Moisés ya se ha retratado en la gran pantalla en películas como "Los diez mandamientos" (1956) ó "El príncipe de Egipto" (1998). Por tanto, la historia no es que nos suene, es que la conocemos perfectamente.
Según cuenta la Biblia, y narra con fidelidad la película, Moisés fue adoptado por el Faraón tras encontrarlo en el Nilo. Convivió con su hijo natural, Ramsés, durante muchos años hasta que, tras la muerte del Rey y por desavenencias con su hermano adoptivo, le expulsaron de Egipto. En su exilio, Dios se le apareció para pedirle que liderara la liberación del pueblo hebreo, que vivía esclavo en manos de los egipcios.
Durante las dos horas y media largas de metraje revivimos este pasaje bíblico con cierta facilidad. El producto es entretenido y viene acompañado de un vestuario, una fotografía (localizada en Almería y Fuerteventura) y una banda sonora (de nuestro Alberto Iglesias), realmente fascinante. Si a eso le añadimos unos muy meritorios efectos visuales y de sonido, podemos decir que el público no saldrá defraudado de esta superproducción.
Estamos seguros que este fin de semana obtendrá unos fantásticos resultados en taquilla gracias, también, a la presencia en nuestro país del director Ridley Scott y el actor Christian Bale que el jueves presentarán la premiere en el marco de la Madrid Premiere Week acompañados de María Valverde.
José Daniel Díaz
